Fotograma de 'La ciudad es nuestra', el regreso de David Simon a HBO con un duro retrato de la corrupción policial.

Fotograma de 'La ciudad es nuestra', el regreso de David Simon a HBO con un duro retrato de la corrupción policial. HBO Max

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Crítica: 'La ciudad es nuestra', David Simon vuelve a HBO con un duro retrato de la corrupción policial

El creador de 'The Wire' regresa a Baltimore con una serie que pone el foco en la brutalidad policial a partir de hechos reales.

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20 años después del estreno de The Wire (2002-2008) considerada por muchos la mejor serie de la historia, David Simon regresa a Baltimore para hacer otra radiografía social de Estados Unidos en La ciudad es nuestra, un capítulo histórico centrado en la corrupción y brutalidad policial que está basado en hechos y personas reales. 

Simon vuelve a reunirse con George Pelecanos y algunos viejos alumnos de su serie bandera, como Tray Chaney (Poot), Domenick Lombardozzi (Herc) o Jamie Hector (Marlo Stanfield), en un universo que nos lleva a territorio familiar con las escuchas, vigilancias, la venta de droga y las estadísticas policiales. Es imposible no pensar en The Wire, pero La ciudad es nuestra no es una sexta temporada no oficial. Sí es una actualización que viene a decirnos que ha pasado el tiempo y la tecnología de vigilancia puede ser más moderna, pero la corrupción policial sistémica sigue igual. 

Basada en el libro de investigación We Own This City de Justin Fenton, periodista del Baltimore Sun, en seis episodios se exploran las causas y consecuencias del deshauciado sistema policial estadounidense que exige reformas que nunca llegan. En una sociedad obsesionada con los resultados, y tal como vimos en The Wire, si los reportes mensuales dan cifras positivas, no importa cómo se consigan. El fin justifica los medios y la cadena de mando mirará a otro lado, si eso significa que pueden atribuirse méritos por consecución de objetivos.

En el primer episodio, se introducen diferentes tramas que en esta ocasión no están hiladas en una narración cronológica, sino con saltos en diferentes momentos intercalados entre 2015 y 2017. Lo que conecta todas las piezas y donde se centra el interés de la serie, es la Fuerza Especial de Rastreo de Armas, grupo en el que Jon Bernthal (The Punisher) interpreta al sargento Wayne Jenkins, el personaje con el que entramos en la historia mientras da una charla de formación a un grupo de policías. Él es uno de los líderes, el otro es Daniel Hersl, a quien da vida un intimidante Josh Charles (The Good Wife).

Este grupo de élite, que nos recuerda al de Vic Mackey en The Shield (pero real), fue creado por la policía de Baltimore para luchar "la guerra de las drogas" y combatir el crimen en las calles de la ciudad. Un grupo corrupto que usó su poder con el respaldo de las cifras de sus operativos de incautación para robar, intimidar y actuar con violencia con total impunidad, llegando incluso a revender la droga que se suponía debían eliminar de las calles. 

En 2017 seguimos los pasos finales de una investigación que inició la división de asuntos internos del FBI. Un proceso que se puso en marcha después de las denuncias por corrupción y brutalidad policial continuadas que recibió el grupo. Estas, en un principio se resolvían sin consecuencias, tal como comprueba incrédula la fiscal de la división de derechos civiles Nicole Steele (Wunmi Mosaku, Loki), personaje en el que recae la carga expositiva del primer episodio, recurso que no es usual en las series de Simon, pero que agradecemos los espectadores internacionales.

Primer episodio de 'La ciudad es nuestra'.

Primer episodio de 'La ciudad es nuestra'. HBO Max

La indiferencia ante esa problemática empezó a cambiar después de la muerte de Freddie Gray en 2015, un joven afroamericano que perdió la vida mientras estaba en custodia policial, una tragedia que originó protestas públicas y puso el foco en la policía en general, y la de Baltimore en particular. Esta triste realidad sigue vigente y la tenemos fresca después de lo ocurrido con George Floyd en 2020 y el impacto global del movimiento Black Lives Matter. 

Como ya nos acostumbró la serie de McNulty, la historia es presentada a través de pequeñas piezas que con paciencia podremos ubicar en un gran mosaico, y con muchos personajes de los que no podemos retener sus nombres en un principio, algunos de los cuales, como el detective que interpreta Jamie Hector, aún no sabemos el papel que jugarán.

La ciudad es nuestra es un drama policial que como en anteriores trabajos de David Simon hace un retrato social realista y poco optimista de la sociedad de Estados Unidos. Es una puerta de entrada accesible para quienes no han visto The Wire y una digna sucesora para los nostálgicos de la serie. 

Los nuevos episodios de 'La ciudad es nuestra' están disponibles los martes en HBO Max.

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