Crítica: 'The Good Fight'

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Crítica: 'The Good Fight', una guerra civil y casos de violencia sexual en el Metaverso en la temporada 6

La última temporada de la serie ya ha llegado a Movistar dialogando, como siempre, con la actualidad y abrazando el pesimismo de la era pos Trump.

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Una de las cosas que siempre sorprende de The Good Fight y las series de Robert y Michelle King es su tino para que la emisión de sus episodios coincida con los titulares de las noticias, algo que parece imposible teniendo en cuenta el tiempo que requiere una producción. El inicio de su sexta temporada así lo demuestra, porque el discurso de Joe Biden del 1 de septiembre podría haber abierto el primer episodio de esta entrega.

"Durante mucho tiempo creímos que la democracia estadounidense estaba garantizada. Pero no lo está. Tenemos que defenderla. Los republicanos MAGA no respetan la Constitución ni la voluntad del pueblo. Donald Trump y sus seguidores representan un extremismo que amenaza los cimientos de nuestra República", estas fueron las palabras del presidente de los Estados Unidos en su discurso frente al Salón de la Independencia de Filadelfia de hace unos días, y describen a la perfección la sensación de caos y violencia generalizada que se respira en la serie.

En ese contexto encontramos a los personajes de este universo, que vuelven a reunirse poco tiempo después de dónde los dejamos al final de la temporada anterior. Diane ha estado de vacaciones, Marissa ha empezado a trabajar como abogada, Carmen continúa haciendo carrera con grandes criminales, y Liz se ha quedado al mando de la firma de abogados después de la marcha de Allegra, situación que dura poco, porque STR Laurie incorpora a un nuevo abogado de su elección como su socio.

Andre Brauguer se une al reparto de 'The Good Fight' en la temporada 6.

Andre Brauguer se une al reparto de 'The Good Fight' en la temporada 6.

En el primer episodio las piezas están en constante movimiento sobre un tablero con cimientos inestables. La puesta en escena transmite esa sensación de caos, con personajes que entran y salen de los ascensores, idas y venidas a los juzgados, reuniones con clientes y la llegada de Ri'Chard Lan, el excéntrico abogado interpretado por Andre Braugher, una de las nuevas incorporaciones de la temporada, cuya presencia no pasa inadvertida para nadie.

El caos está en las oficinas, en las calles y dentro de los personajes, que viven en un entorno amenazante y violento que no pueden controlar; como si el fin del mundo estuviera a la vuelta de la esquina o esperándolos al abrirse las puertas del ascensor. y no de forma metafórica, como empieza a quedar claro con unas granadas que parecen bromas de mal gusto, pero llevan impresa una fecha: el 10 de noviembre, el día en que se emitirá el final de la serie.

En el último episodio de la quinta temporada Diane renunció a luchar por la posición de socia y aceptó continuar como asociada. Su bajada en el escalafón del organigrama se hace literal con una oficina en el piso inferior y vive en una constante sensación de déjà vu de la locura de "hace seis años", es decir, el momento en el que Donald Trump se convirtió en presidente. Y para escapar de la demente vida real vuelve a experimentar con drogas, como ya hizo en la primera temporada. Esta vez, con la ayuda de un doctor interpretado por la otra novedad en el reparto de esta entrega: John Slattery.

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Ese pesimismo transpira también los casos judiciales que lleva la firma, siempre fascinantes y complejos, tanto por la forma en la que nos revelan los subterfugios de la ley como por los conflictos éticos en los que pone a sus protagonistas, que no siempre están del lado bueno de la historia. Esto lo vemos claramente en el juicio de una denuncia de violación en el Metaverso (casos que han estado ocurriendo en la vida real), o el menos incómodo, pero con muchas aristas, de una cantante que incumple su contrato al negarse a actuar en un país conflictivo, pero no por las razones correctas. 

La sombra de Trump continuará siendo alargada en esta entrega, que lidia con las consecuencias del experimento de los juzgados populares de la anterior, y las del paso de Trump por la presidencia, como la pérdida de derechos por la derogación de la sentencia 'Roe vs. Wade' que legalizaba el aborto en el país, y una sociedad crispada en la que los "proud boys" del expresidente campan a sus anchas. The Good Fight se prepara para su final con una guerra civil inminente.

Los nuevos episodios de la temporada 6 de 'The Good Fight' están disponibles los jueves en Movistar Plus+.