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Después de su aterrizaje en el Festival de Cannes de 2021, llega a los cines españoles Abrázame fuerte, una película dirigida por Mathieu Amalric (La habitación azul) y protagonizada por Vicky Krieps (El hilo invisible). 

La historia comienza con la aparente huida de la protagonista, Clarisse, que decide marcharse de casa y abandonar a su marido y a sus hijos. Sin embargo, a medida que transcurren los minutos, el espectador descubre que nada es lo que parece y que la línea que separa el mundo real de la ficción es tan delgada que a veces apenas existe.

SERIES & MÁS | EL ESPAÑOL habló con el director del largometraje sobre el origen de la historia, la gestión del dolor y el proceso de duelo que lleva a cabo el personaje principal, y cómo traspasar la frontera de la imaginación puede ayudar a afrontar la dolorosa realidad.

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El origen de la historia

Basándose en la obra de teatro de Claudine Galea, Mathieu Amalric traslada el texto a la pantalla y reconoce que no se enamoró de la historia pero que le preocupaba tanto y le parecía tan horrible la tragedia que le ocurre a Clarisse que tenía que contarla a través de la lente de su cámara.

"Cuando lees la obra de teatro, la manera en la que la autora invierte la perspectiva de todo a través de la proyección y el imaginario del personaje es increíble", destacó Amalric.

"Era eso lo que me atraía. No me enamoré de la historia como tal, pero sí del gesto de la imaginación de esa mujer, que fue lo que me atrajo en términos de cine. Porque eso se lo podía aplicar a un género cinematográfico, al melodrama y a una película de fantasmas", explicó.

No existen fronteras entre realidad y ficción

El inicio de 'Abrázame fuerte', donde la protagonista abandona a su marido y sus hijos.

En Abrázame fuerte, una de las cosas que más llamarán la atención del espectador será el entorno de la protagonista, algo que ella misma ha construido de forma exhaustiva y que impide distinguir entre lo que está imaginando y lo que ocurre de verdad a su alrededor.

Mathieu Amalric quiso difuminar ambos prismas en la película, también a nivel estético en la película. "Lo que hace Clarisse es hiperrealismo. Imita la piel, el reflejo y tiene que volver a recrear todo, para que parezca que todavía están aquí su marido y sus hijos", explica el cineasta, refiriéndose al giro de la película, que en realidad no habla del abandono, sino de la pérdida.

"Coge los objetos de la vida real y los sitúa dentro de su imaginación. Daba la impresión de que no éramos nosotros los que hacíamos la película, porque en realidad era Clarisse la que la hacía", añadió.

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Una interpretación fantástica

Fotograma de 'Abrázame fuerte'.

Mathieu Amalric es una persona que vive la vida con intensidad y que traslada sus experiencias a sus películas. "A veces ocurre en la vida, en la calle o en el autobús, que ves un rostro, un cuerpo que pasan delante de ti y tienes la sensación de haberlos visto antes. Son esos momentos en los que pensamos que ya hemos estado en la Tierra", pensó el director en voz alta.

Después habló del vínculo que comparte con Vicky Krieps, la actriz protagonista y la persona que sostiene todo el peso de la película. "Los dos pensamos que ya nos habíamos conocido en otra vida. Las productoras se burlaban de nosotros porque no necesitábamos hablarnos o porque uno acababa la frase del otro. Nos llamaban los gemelos", comentó Amalric.

"No hubo trabajo, no hubo ensayos, no hubo explicación psicológica. Mi trabajo era crear un terreno de juego para Vicky y pensaba sobre todo en términos del dispositivo del cine. No es una película que sea un homenaje a la muerte, sino que la respeta. Y por ello, hacía falta que la vida sobrepasara todas las brechas del plano", dijo el cineasta, argumentando los planos largos y cargados de emoción que incluye la película.

"Era como crear acordes y después pasar de un acorde a otro, creando una armonía y pasando a continuación de una armonía a otra. Cómo pasar de una nota a otra es cosa de los actores. Yo creaba el recorrido, para contar tal información en tal momento. Luego, ella tomaba el relevo", recordó.

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Más allá del guion

Mathieu Amalric y Vicky Krieps en el rodaje de 'Abrázame fuerte'.

Abrázame fuerte traza una línea clara a través de la narración y obliga al espectador a posicionarse, llegando a cuestionar las decisiones que toma la protagonista a cada minuto. Cuando ya ha conseguido este objetivo, la película muestra sus cartas y la audiencia descubre que ha cometido un error al juzgar a Clarisse, que huye de sí misma y del dolor que siente al haber perdido lo que más amaba.

Esto se expresa a través del conjunto de trazos y pequeños detalles de la historia de Clarisse y que sin la interpretación y la improvisación del equipo durante el rodaje, no hubiera sido posible.

"Mi trabajo era ese, transformar las emociones en gestos. Y había que encontrar esos gestos", reconoció Mathieu Amalric, que recordó en especial la escena en la que la protagonista está en el mercado. "Sabía que quería que este personaje intentara hacer pasar el invierno lo más rápido posible, tratando de que llegase la primavera", observó.

"Tiene que esperar y no encuentra respuestas en ningún sitio. Intenta ir a ver el mar, pero el mar no le cuenta por qué está viviendo esa tragedia. Intenta volver a trabajar en algo, pero el trabajo tampoco sirve de nada. Un día en el mercado, la gente llega para comenzar la jornada de trabajo y ella ve el hielo de la pescadería. Sin poderse resistir, sumerge el rostro en el hielo. Porque sabe que los cuerpos están bajo la nieve y le resulta insoportable", describió.

"Se trataba de transformar eso, trashumar lo que hay en la obra. No le puedes decir a un actor 'ahora estás triste'. Buscas cómo contarlo. Y lo que inventó Claudine en la obra es fascinante, tiene toda la razón del mundo. Pone en el mismo plano las separaciones amorosas y la muerte y explica que hace falta el delirio antes de llegar a la razón pura, porque si no uno no puede salir del dolor ni superarlo nunca".

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El duelo y la pérdida

Durante la entrevista, el director apeló a las intenciones que tendrá el espectador de juzgar y culpar a la protagonista constantemente. "A través de las personas que rodean a Clarisse, vemos que sienten pena por ella, pero nosotros la juzgamos y nos sentimos aliviados al ver cuando por fin se siente culpable", aseguró.

"Pensé en la separación amorosa. Cuando echas de menos a alguien, aunque sea físicamente, es increíble lo fuertes que llegamos a ser las personas, que reconstruimos la parte que nos falta, incluso en cosas extremadamente íntimas. Piensas en cada uno de los detalles de la otra persona y al cabo de un momento, dejas de ser consciente del lugar en el que estás. Y eso es genial", concluyó.