Siguiendo el trazo de la línea dibujada con La Doncella, Park Chan-Wook regresa al cine tras seis años de audiencia con otra inolvidable protagonista femenina, la enigmática Seo-rae de Decision to Leave, un personaje que despierta en el detective Hae-joon de esta película la misma obsesión con la que Kim Novak fascina a James Stewart en Vertigo.
Hae-joon es el detective a cargo del caso de la muerte de un hombre en un accidente de senderismo. Un caso en el que no hay pruebas y, para su compañero en la comisaría tampoco dudas, porque la viuda del fallecido no reacciona con el drama performativo que dictan las convenciones en estos casos, y esa audacia la convierte automáticamente en la principal sospechosa.
La viuda es Seo-rae y cuando se presenta a declarar lo primero que hace es advertir que es china y que el coreano no es su lengua materna, justificando así de forma preventiva cualquier silencio extendido o alguna expresión que se pueda malinterpretar. Un problema de comunicación que podría ser una barrera entre los protagonistas, pero que Chan-Wook convierte en virtud, extrayendo oro de sus interacciones, y consiguiendo una sorprendente potencia emocional durante algunas revelaciones a pesar de que requieren de la voz de un traductor automático en el móvil como intermediaria.
[Clip exclusivo de 'Decision to Leave', el esperado nuevo thriller romántico de Park Chan-wook]
Como en la película de Hitchcock, el detective sigue cada movimiento del sujeto de su investigación. La vigila en el trabajo y en su casa, de día y de noche. La observa desde su coche con prismáticos que parecen acortar la distancia física que hay entre ellos, hasta imaginarse que está a su lado, moviéndose a su alrededor casi como un fantasma. Colocando un cenicero para recoger la ceniza del cigarrillo que ella sostiene cuando se queda dormida en el sofá. Un símbolo, quizá, de una amenaza de combustión y los restos que quedaran cuando se extinga.
Con la excusa de estar haciendo su trabajo, Hae-joon se introduce en la vida de Seo-rae hasta que la distancia física deje de existir y la intimidad entre ellos se materializa. Comparten el mismo espacio, largas charlas, comidas y paseos bajo la lluvia; se ayudan a dormir. Quizá no fue él quien se introdujo en su vida, sino ella quien lo dejó entrar.
Jugando con los arquetipos del noir más clásico, el director surcoreano deconstruye con Seo-rae (y la magnética interpretación de Go Kyung-pyo) el tropo de la femme fatale con un personaje que acepta interpretar el rol que le asignan los demás, y que ha aprendido a jugar la mejor partida con las cartas que le han tocado dominando el arte de la supervivencia.
Un juego de reflejos con pantallas y espejos bidireccionales que juegan de forma magistral con los puntos de vista, el tiempo y el espacio. La última película de Chan-Wook es un nuevo espectáculo de virtuosismo con una composición de planos y una puesta en escena sofisticadas y elocuentes, y un montaje con fundidos tan imposibles como memorables.
Este thriller romántico, como lo define su director, es la historia de amores imposibles más sensual que se recuerda en los últimos años. Algo que tiene más mérito al estar protagonizada por dos personajes que no pasan del roce aparentemente inocente, pero cuya conexión es tan intensa y la intimidad tan natural profunda, que sus cuerpos se mueven con la sincronización precisa y sutil de una coreografía ensayada mil veces.
'Decisión to Leave' se estrena el viernes 20 de enero en cines.