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Entre todas las películas que llegan a la cartelera el primer fin de semana de febrero, uno de los títulos más esperados es Los hijos de otros, el nuevo largometraje de la directora francesa Rebecca Zlotowski, que explora de forma sutil y delicada cuán complejo puede ser para las mujeres depender de un reloj biológico a la hora de tener hijos. Con motivo de su estreno en salas el viernes 3 de febrero, SERIES & MÁS os adelanta un clip de una secuencia del filme en exclusiva.

Se trata del quinto largometraje dirigido por la cineasta francesa, que aterriza en la gran pantalla tras inaugurar el Festival de Sevilla, donde consiguió el Premio al Mejor montaje.

Escrita y dirigida por la propia Zlotowski, Los hijos de otros sigue a Rachel (a la que interpreta de forma brillante Virginie Efira), una mujer de 40 años que no tiene hijos. Adora su vida, a sus estudiantes de secundaria, a sus amigos, y sus lecciones de guitarra, pero un día todo cambia cuando se enamora de Ali (Roschdy Zem). Rachel se encariña de Leila, su hija de 4 años y comienza a arroparla y cuidar de ella como si fuera suya. En ocasiones, amar a los hijos de otras personas es un riesgo que vale la pena correr.

Al igual que ocurría con sus otras películas, Zlotowski vuelve a adoptar su visión tan personal de lo diferente y de lo marginal, atreviéndose a derribar los muros del estereotipo de familia convencional y mostrando en pantalla uno de los grandes dilemas a los que se enfrentan muchas mujeres.

Y también se atreve a cuestionar un papel tan manido como el de la madrastra y la constante competición a la que se somete a los personajes femeninos en muchas historias.

La directora introduce su mirada para analizar con inteligencia el entorno de la protagonista, planteando una vez más una interesante reflexión sobre la familia que se elige, esta vez desde un punto de vista que pocas veces tiene la oportunidad de verse reflejado en pantalla.

Fotograma de 'Los hijos de otros'

"Es un tema y asunto que afecta a las mujeres y que apenas se ha explorado antes, quizás porque no se veía como interesante o quizás porque se sentía como algo secundario en la configuración familiar tradicional", explicaba la directora en una entrevista.

"Presentar a una mujer que no está ligada biológicamente a una familia pero que sin embargo vive con ella, en un momento en el que su propia fertilidad está llegando a su fin, era un tema desde el que militar políticamente hablando, porque hoy en día se pueden sacar a relucir las emociones de un personaje que tradicionalmente ha sido tratado como un personaje secundario", añadía Zlotowski.

"No digo que sea genial ser una mujer sin hijos ni tampoco que sea doloroso: la película muestra cómo es estar entre ambas. Hay muchos estereotipos en torno a la figura de la madrastra y de la mujer sin hijos. Y al igual que hice con mi película anterior (An Easy Girli), quise deconstruir el estereotipo y proponer una visión diferente de la realidad", concluyó.