Huelga de guionistas: Cuáles son los miedos del gremio sobre el uso de la IA y qué proponen para su regulación
Establecer límites en el uso de la inteligencia artificial es uno de los asuntos más importantes de la mesa de negociación con los estudios.
Los avances en la inteligencia artificial se producen tan rápido que genera temores en la sociedad. Desde la facilidad con la que se puede difundir información falsa con imágenes hiperrealistas, a los problemas de sesgo o la posibilidad de que sea usada para reemplazar puestos de trabajo, es un asunto que invita a la reflexión y a la regulación.
Es también una de los temas que están en la mesa de negociación de la huelga de guionistas, porque estos profesionales, como todos los que se dedican a disciplinas creativas como el diseño, la traducción, la música y la escritura en general, temen que los estudios les sustituyan por esta herramienta para reducir costes.
Van Robichaux, miembro del sindicato, se postuló como director en el verano pasado y fue el único que planteó su preocupación por la inteligencia artificial en su campaña. "Puede que os parezca un lunático paranoico por hablar de esto hoy, pero en 10 años estoy seguro de que estaréis agradecidos de que lo haya hecho", dijo a Variety.
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Aunque no ganó esas elecciones, su propuesta caló de alguna manera y tras su derrota, se pusieron en contacto con él y le invitaron a formar parte del grupo de trabajo sobre IA del gremio. En los meses posteriores se elaboró el marco normativo que se presentaría a los estudios durante la negociación colectiva del pasado mes de abril.
Contrariamente a lo que se ha dicho durante estas primeras semanas de huelga, la intención del sindicato de guionistas no es prohibir el uso de la IA. "No creo que se pueda prohibir una herramienta", dijo John Rogers, miembro del grupo de trabajo. "Lo que decimos es: 'Úsala como herramienta'".
Su única baza a principios de este año era la amenaza de una huelga, pero tras semanas de conversaciones y negociaciones en marzo y abril, la conversación no llegó a buen puerto. El 2 de mayo se dio inicio al paro laboral que continúa a día de hoy.
Los estudios de Hollywood, representados por la alianza de productores de cine y televisión, dijeron que las negociaciones se habían roto en parte porque el WGA no aceptó que se negaran a descartar el uso de la IA en el futuro. Lo que el sindicato explica ahora es que en la propuesta que presentaron los guionistas tampoco lo descartan. Lo que esperan regular son las condiciones de ese uso.
A qué le temen los guionistas
"¿Hay que preocuparse? Por supuesto", afirma John Rogers, otro de los miembros del grupo. "Van a intentar utilizar la IA para sustituir a los guionistas. ¿Serán buenos los guionies? No. ¿Eso los detendrá? Tampoco".
Michael Colton, cocreador y productor ejecutivo de la comedia de ABC Home Economics dijo que su temor no es que piense que en un futuro próximo una IA va a escribir un guion de comedia perfecto. "El miedo es que los estudios utilicen la IA para hacer un primer borrador de mierda y luego se lo entreguen a guionistas, a los que contraten durante unos días o una semana, para que lo conviertan en algo bueno. Y que por tanto no les paguen como si fuera un guion original. Ese es el miedo".
Aun así, el grupo no quería prohibir la IA de plano. "Prohibirla nos deja fuera de juego", afirma Rogers. "Es mejor canalizarla que dejarse atropellar por ella".
En palabras de López, el objetivo era asegurarse de que los escritores "no sean aplastados por la ola, sino que descubran cómo surfearla y cabalgarla". Encontrar la forma de que la IA sea realmente útil, de forma limitada, para los guionistas.
"La IA puede ayudarnos a ser más productivos" apuntó López. "Podemos utilizarla, pero no para que nos genere la idea", usarla como herramienta, pero con una persona creativa al mando.
Qué proponen
El grupo de trabajo sobre IA elaboró tres propuestas básicas que presentaron en la mesa de negociaciones con los estudios.
En primer lugar, el material generado por IA no se consideraría "material literario" o "material de origen" según el contrato del sindicato. Esto impediría que los estudios pagasen menos a los guionistas o les privasen de reconocimiento si se basan en material generado por IA.
En segundo lugar, la IA no puede escribir por sí sola. Los estudios tendrían prohibido que los programas de IA crearan guiones de forma independiente o que reescribieran los guiones presentados por un guionista.
Y en tercer lugar, se prohibiría a los programas de IA de los estudios formarse con el trabajo de los miembros del WGA. Si los estudios lo rechazaran, los miembros del gremio podrían acceder a permitirlo a cambio de una cuota de licencia.
Los derechos de autor
Robichaux dice que duda que algún estudio se moleste en intentar utilizar la IA para sustituir a los guionistas durante la huelga. "He trabajado con todos los estudios de la ciudad", afirma. "No hay ninguna posibilidad de que el departamento legal les permita su uso".
Estos obstáculos legales se presentan porque los modelos de IA se entrenan con material publicado, gran parte del cual está protegido por derechos de autor. Esto las convierte en máquinas de plagio, lo que podría derivar en múltiples demandas por uso indebido de material previamente registrado con copyright.
Algunos miembros del grupo se sorprendieron, de hecho, que los estudios no hayan presentado ya demandas para proteger su propia propiedad intelectual de ser utilizada para entrenar sistemas de IA.
Estos límites tendrían que venir de la ley de derechos de autor, que no está resuelta al respecto. En marzo, la Oficina de Derechos de Autor de EE. UU. publicó unas directrices en las que afirmaba que el material generado exclusivamente por ordenador -sin autoría humana- no puede acogerse a la protección de los derechos de autor.
Pero al mismo tiempo, la oficina declaró que si una persona edita material generado por la IA, podría ser elegible. Un escritor podría utilizar la IA para generar ideas, crear listas de nombres de personajes, idear tramas o incluso elaborar borradores, y aún así podría optar a la protección de los derechos de autor, siempre que el escritor mantuviera el control del producto final.
Cuál es el estado de las negociaciones
La alianza de productores rechazó las propuestas del gremio, pero ofreció una "carta adjunta" que subrayaría el lenguaje contractual existente que especifica que un escritor debe ser una persona. También ofreció celebrar reuniones, al menos una vez al año, para debatir los avances de la tecnología de IA.
Algunos miembros del WGA interpretaron la oferta de reuniones anuales como una táctica dilatoria. "Cada vez que una empresa dice: 'Por supuesto que no, no vamos a discutirlo', significa que hay una sala llena de expertos tratando de averiguar cómo hacerlo", advierte Rogers.
"Sería estupendo que los estudios dijeran: 'Oye, necesitamos normas'", dijo López. "Las normas existen por una razón. Y es un trabajo duro. Requiere debate, consenso y consentimiento. El gremio quiere hacer eso. Los estudios no participan activamente en esa oferta".
"Se dice que el sindicato de guionistas está pidiendo a los estudios que no utilicen la IA. Esa no es la petición actual, dice Robichaux. "La petición actual es que no se pueda utilizar la IA para socavar nuestro contrato e impedir que obtengamos protecciones, que de otro modo estarían garantizadas."