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Netflix acaba de estrenar Baraja: la firma del asesino, su apuesta más reciente por el true crime y una serie documental sobre el asesino más famoso de la historia de España. 

Poniendo a las víctimas por primera vez en el centro de la narración, la docuserie aborda la historia del asesino en serie que sembró el pánico y el terror en Madrid en 2003, un año marcado por haber tenido el índice de criminalidad más alto de la historia reciente nuestro país.

Se centrará en el fenómeno mediático sin precedentes que generó el caso, diseccionando la investigación que se llevó a cabo alrededor del mismo y aportando nuevos elementos que van más allá de la versión oficial de los hechos.

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Un caso real y aterrador

Todo comenzó hace poco más de veinte años, cuando a principios de febrero de 2003, apareció el cuerpo de Juan Carlos Martín apareció con un disparo en la cabeza en Madrid.

Por aquel entonces, la capital experimentaba un alto índice de criminalidad con una muerte violenta cada 66 horas y el crimen pudo pasar desapercibido, pero hubo un detalle que sorprendió a todos y que daría pie a una de las historias más macabras de los últimos años en nuestro país.

Junto al cuerpo de la víctima había un as de copas de la baraja española, algo que la acabaría convirtiendo en el primero de una serie de asesinatos. Y que sería el inicio de una oleada de que acabó conmocionando a todo un país.

Aquel pequeño detalle no era tan insignificante como podía parecer y se convirtió en protagonista de innumerables titulares, crónicas de radio y cortes de televisión, donde ya se hablaba del asesino de la baraja.

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El 3 de julio de ese mismo año, un exmilitar llamado Alfredo Galán se presentó ante la Policía Local de Puertollano (Ciudad Real) confesando ser el asesino de la baraja. Acabó siendo condenado por la Audiencia Provincial de Madrid a 142 años de prisión por seis asesinatos y tres en grado de tentativa y el tribunal consideró que el asesino profesaba un "manifiesto desprecio a la vida humana".

"Quería experimentar la sensación que causa acabar con la vida de un ser humano. Comencé con el portero [una de sus víctimas] y al no sentir nada seguí matando", dijo ante los investigadores.

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Las víctimas, en el centro

En apenas tres capítulos, la docuserie diseccionará un caso que generó alarma social, tensión política, presión mediática, palos de ciego en la investigación, detenciones apresuradas, líneas telefónicas caóticas y ruedas de reconocimiento fallidas. 

Y todo ello narrado a través de la voz más de 20 entrevistados y figuras clave del caso, desde periodistas, abogados, supervivientes, familiares y amigos del entorno más cercano del acusado a las víctimas, que reivindican su lugar en la historia.

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"Baraja: la firma del asesino es un documental muy interesante desde muchos puntos de vista; desde el punto de vista social, el de la investigación y en cómo afecta la presión mediática en un suceso de esta envergadura", contaba sobre el documental Marga Luis, productora ejecutiva.

"Nos interesaba profundizar en cómo muchas veces la historia que creamos en torno a los asesinos en serie no tiene nada que ver con la realidad. La construcción del monstruo fagocitó toda la atención y dejó en el olvido a todas las víctimas de un caso atroz", añade.

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Otros documentales sobre el caso

Además de la serie documental que acaba de estrenarse en Netflix, los que quieran saber más sobre esta serie de sucesos tienen disponible en RTVE Play El asesino de la baraja, otra docuserie de tres episodios que aborda el caso en profundidad.

Según la sinopsis oficial "presta especial atención al trabajo policial y a cómo, en paralelo a la investigación, los medios de comunicación crearon un monstruo que tuvo en vilo a la población madrileña".