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"El otro día vi que Breaking Bad era tendencia en Netflix. Las series viven para siempre en estos streamers y muchas de estas plataformas se están saliendo con la suya". Así se expresó Aaron Paul, protagonista de la popular serie, en un piquete de la huelga de actores y guionistas de Hollywood.

El actor que interpretó a Jesse Pinkman durante cinco temporadas en AMC y en la película El camino, levantó la voz contra la plataforma en la que se popularizó la serie. "No recibo nada de Netflix por Breaking Bad y eso me parece una locura".

Las declaraciones las hizo Paul a Entertainment Tonight Canadá en una manifestación en la que coincidió con Bryan Cranston, su compañero de reparto en la premiada serie, frente a las puertas de Sony, los estudios que la produjeron para el canal de cable AMC. 

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"Cuando empezamos en este negocio, hace mucho tiempo, dependíamos de los ingresos residuales para poder pagar nuestras facturas. Parte de la ecuación del trabajo eran los residuales nacionales, los residuales internacionales, las ventas de DVD y cosas así. Pero nada de eso existe ya", reflexionó Cranston. 

Este es uno de los temas clave de la huelga del sindicato SAG-AFTRA: que se paguen residuales a los actores por parte de los servicios de streaming. Tal y como están las cosas ahora mismo, no reciben nada cuando su trabajo es licenciado en servicios de streaming, tal como siempre había ocurrido cuando un título era distribuido en segundas y terceras ventanas tras su estreno en cines o en la cadena de emisión original. En streaming, además, un título verse de forma indefinida cuantas veces se quiera mientras esté en el catálogo. 

A Netflix se le atribuye haber impulsado enormemente la popularidad de la Breaking Bad tras la entrada en su catálogo de las tres primeras temporadas antes de que la cuarta empezara a emitirse en AMC. Desde entonces, se convirtió en uno de sus títulos más estables de la plataforma, hasta el punto de que encargaron la secuela de la serie, El Camino, protagonizada por Paul

Este fenómeno pasó a llamarse el "efecto Netflix", del que también se benefició Schitt's Creek en Estados Unidos. Y recientemente puede verse con Suits, que no podrá sacar ninguna rentabilidad en los premios porque finalizó su emisión en 2019. 

"Muchos de estos streamers saben que se han estado saliendo con la suya al no pagar a la gente un salario justo y ahora es el momento de cobrarles. Esta es solo una de las cosas por las que estamos luchando", dijo Paul. "Me siento optimista", añadió, "porque no vamos a ir a ninguna parte, ¿sabes lo que quiero decir? Así que tienen que hacer algo".