La vivienda de Rosa Peral en 'El cuerpo en llamas' sale a la venta por una millonada: así es la Casa Barjau
La propiedad en la que se rodó la miniserie de Netflix protagonizada por Úrsula Corberó se sitúa en Castelldefels y es propiedad de una familia de la zona alta de Barcelona.
Entre los éxitos más recientes de Netflix, destaca especialmente el de la miniserie española El cuerpo en llamas, que se estrenó hace once días y es una de las series de habla no inglesa más vistas de la última semana en la plataforma.
Protagonizada por Úrsula Corberó (La casa de papel) y Quim Gutiérrez (Amor de madre), se sitúa en mayo de 2017, cuando el cadáver de un hombre aparece calcinado en el interior de un coche en el pantano de Foix, en Barcelona. Se trata de Pedro (José Manuel Poga), un agente policial.
El suceso despierta rápidamente el interés de la opinión pública, y más a medida que la investigación va revelando una red de relaciones tóxicas, engaños, violencia y escándalos sexuales que involucran a Pedro y dos de sus compañeros policías: su pareja Rosa (Úrsula Corberó) y el exnovio de ésta, Albert (Quim Gutiérrez).
Entre las cosas más llamativas de la miniserie, destacan especialmente las localizaciones donde se rodó y, en particular, la casa donde viven los protagonistas de la ficción, que en realidad está en venta por 2,5 millones de dólares.
Los detalles de la casa
Situada en Castelldefels, la casa donde vive Úrsula Corberó en El cuerpo en llamas es la Casa Barjau. Aunque en la serie cumpla un rol bastante inquietante, en realidad es un chalet con piscina ubicado a solo un kilómetro de la población y a unos cien metros de la playa. Además, la propiedad incluye un porche, un jardín con barbacoa y una piscina que también aparece en pantalla en varias ocasiones.
También cuenta con siete dormitorios, siete baños, dos salones con chimenea, una cocina, un comedor muy espacioso y un jardín repleto de árboles y arbustos. Todos estos elementos se alejan de la descripción que se corresponde con la casa real de la auténtica Rosa Peral, pero sí que sirvieron para ambientar la intrigante historia inspirada en un caso real.
Además de utilizar este edificio como una de las localizaciones principales, El cuerpo en llamas también se rodó en otros lugares de la provincia de Barcelona, tales como el Parque de Atracciones del Tibidabo, el Mirador de los Jardines de Miramar en Montjuïc y el restaurante Portinyol en Arenys de Mar.
Basada en hechos reales
El caso del Crimen de la Guardia Urbana hace referencia al asesinato de Pedro Rodríguez, un agente de la Guardia Urbana de Barcelona de 38 años, cuyo cadáver carbonizado fue encontrado el 4 de mayo de 2017 en un coche quemado cerca del Pantano de Foix.
La pareja de la víctima, Rosa Peral, y su amante, Albert López, ambos también agentes de la guardia urbana barcelonesa, fueron acusados de haber matado a Rodríguez, de haber escondido el cadáver en el maletero de su coche y de haberlo quemado.
Finalmente, se les declaró a ambos culpables del asesinato y el jurado acabó condenando a Albert López a 20 años y a Rosa a 25 años de prisión, esta última a una pena mayor por su relación de parentesco con la víctima.