Martin Scorsese: "Quería captar la naturaleza del cáncer que crea una especie de genocidio tolerable"
SERIES & MÁS asistió a la rueda de prensa donde el director habló sobre el proceso creativo de 'Los asesinos de la luna'.
Existen directores de cine que no necesitan una presentación. Uno de ellos es Martin Scorsese, un cineasta legendario que estrena este viernes Los asesinos de la luna, un wéstern que permite otra mirada al pasado para reivindicar la memoria y con el que demuestra que su cine sigue estando en plena forma.
Basada en el libro de no ficción del periodista David Grann publicado en 2017, cuenta la historia de cómo al menos veinte miembros de una tribu Osage fueron asesinados durante la década de 1920 en Oklahoma. Y también cómo los hechos fueron investigados por el FBI, que acababa de fundarse.
Con motivo del estreno en cines de la película, SERIES & MÁS | EL ESPAÑOL asistió a la rueda de prensa que celebró Apple TV+ con Martin Scorsese, que desde un primer momento dejó claro que quería "hacer justicia con los Osage para que el público fuera consciente de la inmensidad de la tragedia que vivieron".
Representación rigurosa
Durante la rueda de prensa que tuvo lugar con el director, una de las primeras cuestiones que se abordaron fue cómo se originó el proyecto y de qué manera se enfrentó al rodaje.
"Fue muy importante para mí, apenas vi el libro, me lo dieron y dije: 'Bueno, si queréis que me involucre en cualquier cosa que tenga que ver con los pueblos indígenas y los Nativos americanos... Debo decir que tuve una experiencia en los años 70 en la que comencé a tomar conciencia de su naturaleza y de cuál era, y sigue siendo, su situación'", expresó.
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"Yo no era consciente de ello. Era muy joven, tenía veintitantos años y no lo sabía. Y me ha llevado años, y estoy fascinado por cómo se debe tratar realmente a esa cultura, de una manera que sea respetuosa y que no caiga en las convenciones de Rousseau sobre el noble nativo y ese tipo de cosas".
"En lugar de eso, [el proceso creativo] era más bien pensar cómo de veraces podíamos ser y seguir siendo auténticos, tener respeto, dignidad y lidiar con la verdad honestamente y lo mejor que pudiéramos. Cuando leí esta historia, me di cuenta de que la podríamos abordar de esa manera: involucrándonos en la cultura de los Osage y situando elementos culturales, rituales, momentos espirituales...", recordó el director.
"Y en cuanto al realismo místico, queríamos mostrar que es real. Ves el sueño. Vienen los ancestros. El búho es real en cierto sentido. Quería jugar con ese mundo del realismo mágico en contraste con el mundo blanco europeo. Y creí que esta película nos daba esa posibilidad".
"Al final lo que pasó fue que estábamos trabajando en el guion basándonos en el libro de David Grann, que es excelente. Pero el libro de David Grann también tiene como subtítulo 'el nacimiento del FBI'. Y, durante aproximadamente dos años trabajé con Eric Roth. Y vimos que habíamos llevado la historia del nacimiento del FBI tan lejos como pudimos", agregó.
Un trauma que sigue vigente
"Yo quería seguir manteniendo el equilibrio en la historia con los Osage. Y todo se volvió cada vez más y más grande y más difuso. Y al final, esto se complementó con las veces que fuimos a Oklahoma y nos reunimos con los Osage, que fue muy diferente de lo que esperaba", recordaba Scorsese sobre una de las partes más complejas del proceso.
"Eran, naturalmente, cautelosos. Tuve que explicárselo e intentar tratar con ellos de la forma más honesta y sincera posible. Pensamos en el cliché de las víctimas y en todo ese tipo de cosas, y contamos la historia de la manera más directa posible. Lo que realmente no acababa de entender en las primeras reuniones que se trataba de una situación que seguía vigente en Oklahoma".
"Estas son cosas de las que realmente no se hablaba en la generación con la que yo hablé. Fue a la generación anterior a la que le sucedió esto. Y decidieron no hablar mucho de ello. Y las personas involucradas todavía están allí, las familias y los descendientes siguen allí. De hecho, creo que Margie Burkhart era pariente de Ernest Burkhart [la persona real que en la película es interpretada por Leonardo DiCaprio]".
"Tanto ella como otras personas señalaron que hay que entender que muchos de los blancos allí, muchos europeos-americanos, particularmente Bill Hale [que es interpretado en la película por Robert De Niro], eran buenos amigos. Un tipo dijo: 'Henry Roan era su mejor amigo y, sin embargo, le mató'. La gente no creía en ese momento que Bill fuera capaz de hacer tales cosas. Entonces pensé en qué ocurre con nosotros que como seres humanos somos capaces de disociar emociones y conflictos para evitar la contradicción".
"Margie habló también dijo que 'Ernest amaba a Mollie y Mollie amaba a Ernest' y que 'Es una historia de amor'. Por eso, lo que sucede es que el guion cambió para contarlo esa manera. Y fue entonces cuando Ernest, cuando Leo, decidió interpretar a Ernest en lugar de a Tom White".
"Y en ese momento, comenzamos a reelaborar el guion y se volvió valiente. En lugar de entrar desde afuera hacia adentro y descubrir quién lo hizo, se trató de quién no lo hizo. Es una historia de complicidad, del pecado por omisión y de la complicidad silenciosa".
Siendo fiel a los hechos
Después, Scorsese habló de cómo fue trasladarse a Oklahoma para narrar la historia. "Me di cuenta de que la tierra misma podía ser siniestra, porque no ves gente en varios kilómetros a la redonda y se puede hacer cualquier cosa en ella, especialmente hace cien años. Para mí, 1920 es como hace 50 años, porque nací en 1942, por lo que la década de 1920 es como los años 90 para la gente más joven de ahora", dijo entre risas.
"Es un lugar donde no se necesita la ley. Quiero decir, tienes la ley, pero la ley no funciona de esa manera. Y si eres lo suficientemente inteligente, puedes hacer que la ley funcione para ti. Mucha gente lo hace. Y todavía es un territorio abierto".
"Quería captar la naturaleza misma del virus o del cáncer que crea esta sensación de una especie de genocidio tolerable. Por eso que optamos por contar la historia de Mollie y Ernest, porque la base del amor es la confianza. Y ahí es cuando tiene lugar esa traición tan profunda".
"La veracidad histórica fue una constante. Y contamos con el gran apoyo de las autoridades de Osage, los expertos que nos estaban dando indicaciones sobre cómo hacerlo. Con ellos probamos la exactitud de los rituales, los nombres de los bebés, las bodas, los funerales, todo ese tipo de cosas".
"En algunos casos, hubo margen de maniobra porque creo que las dos últimas generaciones de Osage se olvidaron de su experiencia o fueron eliminadas de ella para poder convertirse en europeos blancos. Tenían que volverse cristianos o lo que fuera y así fue como se olvidaron de todo eso".
El papel de Lily Gladstone
Martin Scorsese también se acordó de lo maravilloso que es trabajar siempre junto a De Niro y DiCaprio, y además, dedicó un espacio para elogiar la labor de Lily Gladstone, la gran protagonista de Los asesinos de la luna.
"Cuando la pandemia se calmó, nos reunimos por Zoom y me quedé muy impresionado por su presencia, su inteligencia y la emoción que hay en su rostro. Lo ves, lo sientes a través de su mirada. Y también su forma de plasmar el arte a través de su activismo", identificó.
"El arte toma el control de Lily de una manera que creemos que resonará más adelante, después de ver la película. Y creo que la primera gran escena que hicimos fue una de mis favoritas, donde ella cena sola con Ernest y le interroga. Ahí empiezas a ver la conexión entre los dos".
"Y también teníamos la sensación de que la necesitábamos para que nos ayudara a contar la historia de las mujeres de allí. Siempre consultábamos todo con ella y trabajábamos con ella en el guion. Hubo escenas que se añadieron y escenas que se reescribían constantemente", añadió.
El papel de la música
Finalmente, Scorsese destacó cuál es otra de las partes que más le gusta de su trabajo: hacer que encaje la banda sonora. "La forma en la que hago cine la he aprendido, aunque no sea intencionadamente, y siento que es como el ritmo de la música", expresó.
"En última instancia, para mí las películas son más como si estuviera tratando de que fueran una pieza musical. Por eso hago la banda sonora al mismo tiempo, para tratar de lograr un mismo ritmo".
"Si se están echando una película, quito el sonido y simplemente la miro. Está viviendo conmigo, yo vivo con ella. Sea de Hitchcock o de Ford o algo más actual, lo miro y puedo deducir que hay un ritmo musical a través del movimiento de la cámara, el tipo de plano o el montaje".
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"Así es como existo, en cierto modo. Y Los asesinos de la luna es como un bolero, que comienza más lento y se mueve despacio y en círculos. Y luego, de repente, se vuelve más y más intenso, y va a más hasta que explota. Así lo sentí en el rodaje y en el montaje".
"Cuando hablé con el compositor Robbie Robertson dije que quería algo peligroso. Sobre la carne y sexy, pero peligroso. Y ese ritmo nos llevó hasta el final y hasta donde estamos hoy".