B. Prieto
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Ellen Holly, actriz conocida por interpretar a Carla en One Life to Live que además se convirtió en la primera actriz negra en protagonizar una serie diaria, ha fallecido a los 92 años. Murió mientras dormía el pasado miércoles en el Calvary Hospital del Bronx, según confirmó la publicista Cheryl L. Duncan.

Holly era miembro de The Actors Studio y fue asesorada por la misma mujer que descubrió a Julie Harris y Kim Stanley. Destacó especialmente por sus cuatro interpretaciones en Broadway y también por películas como Take a Giant Step (1959), protagonizada por Johnny Nash, Estelle Hemsley y Ruby Dee; y Aulas turbulentas (1988), dirigida por Spike Lee.

A pesar del talento que tenía como actriz, Holly no trabajó tan a menudo como otros compañeros. Esto se debía a su condición racial como mujer afroamericana de piel clara, algo que le generó muchas dificultades para ser contratada, ya que muchos papeles requerían a "una actriz negra", según ella misma explicaba.

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"Estamos orgullosas de ser actrices negras que no queremos pasar por blancas. Insistimos: 'Somos actrices negras, úsennos como lo que somos'", dijo en una entrevista de 2012 para la web We Love Soaps.

"Lo único que no haremos en la vida real (pasar por blancos) es lo único que nos dejarán interpretar ante la cámara. Así es como toda tu vida y tu carrera se vuelven algo irónico desde el principio", agregó.

'One Life to Live'.

En septiembre de 1968, después de que Holly escribiera al New York Times sobre su situación, el periódico publicó una parte de su carta de seis páginas en sus páginas de opinión con el título ¿Cuán negro hace falta que seas?.

La creadora de One Life to Live, Agnes Nixon, leyó la pieza y pronto Holly firmó un contrato de un año por 300 dólares a la semana para interpretar a Carla Benari, una aparente mujer blanca con un pasado misterioso. Un médico blanco (Robert Milli) se enamora de ella mientras la trata por un ataque de nervios, y ella se siente atraída por un interno negro (Peter De Anda).

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"Cuando una mujer blanca se enamora de un hombre negro [en la década de 1960], la gente empezó a ver la telenovela y dijo: '¡Esto es algo nuevo, será mejor que veamos hacia dónde va!'”, explicó Holly en una conversación de 2018 para la web de la Fundación TV Academy The Interviews. Además, la relación generó una gran cantidad de mensajes de odio y llamadas de espectadores enfadados, y una cadena de Texas dejó de emitir el programa.

Unos cinco meses después, el personaje de Carla, en un encuentro casual, se cruza cara a cara con Sadie Gray (Lillian Hayman), una mujer negra que dirige las tareas de limpieza en el Hospital Llanview. “Sadie me mira y dice: '¡Clara!'", recordaba Holly. "Y yo decía: '¡Mamá!'. Y había un corte a negro".

Fotograma de 'One Life to Live'.

"La gente estaba realmente sorprendida", escribió Holly en un artículo de 1969 para el Times. “La mayoría lo encontró magnético. Otros quedaron fascinados por la forma en que encajaban todas las piezas. Por supuesto, había otros a quienes les resultaba difícil aceptarlo. Ahora que se reveló que era negra, en retrospectiva, les pareció bien que hubiera besado al médico negro, pero era intolerable que hubiera besado y estado comprometida con el médico blanco".

Como consecuencia, y gracias a Holly, la serie generó enormes índices de audiencia -especialmente entre personas negras- pero en los siguientes años tuvo problemas con su salario, acabaron reduciendo su trama y terminó abandonando el programa en 1980. 

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Holly aceptó además una invitación para unirse a The Actors Studio, al que pertenecían Jane Fonda, Steve McQueen y Shelley Winters en ese momento, y apareció en Broadway con Jack Lemmon en Face of a Hero (1960), con Cicely Tyson en Tiger Tiger Burning Bright (1962-63) y con Tyson y James Earl Jones en A Hand Is on the Gate (1966).

En una carta al Times expresó: “Nos dicen que no somos lo suficientemente negros, que parecemos demasiado blancos. Pero somos negros. Es suficiente para nosotros, ¿por qué no es suficiente para ti?". Holly, frustrada, tenía 37 años y pensaba dejar la interpretación para realizar un máster en la Universidad de Columbia con el objetivo de convertirse en bibliotecaria en una universidad históricamente negra.

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No obstante, se sorprendió al saber “que acababa de convertirme, entre comillas, en la primera estrella negra en un papel central en la historia de la televisión diaria" cuando participó en One Life to Live. Al dejar la telenovela, uno de los pocos trabajos que consiguió después fue interpretar a una mujer que fantasea con ser la actriz mexicana Dolores del Río en Orquídeas a la luz de la luna de Carlos Fuentes, que se representó en Harvard en 1982.

El productor Jean Arley le pidió que volviera después a One Live to Live, y Carla regresó a la serie. Pero Arley fue reemplazado por Rauch, que le hizo las cosas imposibles, según ella contó. En los años siguientes, Holly empezó a trabajar en una biblioteca en White Plains, Nueva York y también interpretó a la jueza en la telenovela de CBS Guiding Light y apareció en la serie de NBC In the Heat of the Night y en un telefilme de Showtime de 2002, 10,000 Black Men Named George.