En 2010, Natalia Grace, una niña de origen ucraniano, fue adoptada por Michael y Kristine Barnett, en Estados Unidos. Dos años después, la abandonaron afirmando que en el momento de la adopción era mayor de edad y que había intentado asesinarles en varias ocasiones.
La docuserie Natalia Grace: Su verdad es una continuación de la primera temporada que se centró en los padres adoptivos y su afirmación de que la niña, diagnosticada con displasia espondiloepifisaria congénita, era en realidad una mujer adulta que aterrorizó a su familia desde que llegó a su casa.
En esta segunda temporada, Natalia cuenta su versión de la historia y se enfrenta a su padre adoptivo a quien no había vuelto a ver estos años, mientras busca respuestas a las dudas sobre su edad real y por qué nadie en la comunidad de Indiana intervino para defenderla. Estas son las revelaciones más impactantes de los tres episodios, que ya están disponibles en HBO Max.
Kristine Barnett con sus hijos y Natalia Grace
Su edad biológica
En el primer episodio se resuelve la incógnita principal en torno a la identidad de Natalia: su verdadera edad. A través de una muestra de sangre, un laboratorio médico especializado en envejecimiento biológico determinó que Natalia tiene actualmente 22 años.
La cifra coincide con la estimación que hizo en su momento Timothy Gossweiler, un dentista que dijo que Natalia tenía entre 6 y 9 años cuando Kristine la llevó a verlo en 2011.
Esto refuta la afirmación de sus padres adoptivos, que en 2012 presentaron una petición en la corte del condado de Marion cambiando su año de nacimiento a 1989, estableciendo que cuando la adoptaron en 2010 no era una niña sino una mujer de 21 años, que han resultado ser la edad que tiene ahora, una década después.
Por qué la rechazaron los Barnett
Los responsables de la serie documental no tienen forma de probar su hipótesis, pero intentan responder a la pregunta. Según sugiere la experta legal Beth Karas, Kristine Barnett esperaba poder rentabilizar esta adopción de la misma manera que habían hecho con su hijo mayor, Jacob, un niño autista prodigio.
Cuando comprobó que no podría hacer lo mismo con Natalia, que demostró tener una inteligencia media y no ser una superdotada, decidieron buscar la forma de poder liberarse de la obligación legal de hacerse cargo de ella.
El primer paso fue intentar demostrar que era mayor de edad y no una niña. Sin embargo, cuando se dieron cuenta de que el trastorno genético de Natalia la convertía en una persona dependiente, decidieron buscar la forma de encerrarla en una prisión o en un centro psiquiátrico.
En 2011, Kristine alegó que Natalia intentó envenenar su café con un producto de limpieza y amenazó varias veces con matar a su familia. Natalia fue internada en Larue Carter, un hospital psiquiátrico del estado de Indiana, en junio de 2012. Cuando el centro psiquiátrico determinó que Natalia no era mentalmente inestable, la enviaron a un centro de reinserción social.
Según Michael, él y su esposa la sacaron de allí por las apariencias, pero en 2013 la abandonaron definitivamente en un apartamento y se trasladaron a Canadá con sus tres hijos biológicos.
Tras una investigación de cinco años, en 2019 fueron acusados de múltiples cargos de abandono de una persona dependiente. Sin embargo, en 2022, Michael fue declarado inocente. Un año después, se retiraron los cargos contra Kristine.
Los abusos que sufrió
Natalia detalla una serie de presuntos abusos a manos de Kristine, incluyendo haber sido rociada con gas pimienta dos veces en los ojos. Afirma que en otra ocasión intentaron provocarle una sobredosis obligándola a tomar el triple de la dosis recomendada de uno de sus medicamentos.
Además, relata cómo su madre adoptiva la obligó una vez a ponerse un tampón lo que le provocó una hemorragia que, según afirma, Kristine utilizó más tarde como prueba de que estaba menstruando.
Su pasado en Ucrania
Natalia fue abandonada en un orfanato por su madre biológica debido a su condición. Parte del misterio sobre la edad de Natalia se debe a la falta de un certificado de nacimiento ucraniano. Según el agente especial del FBI Kenneth J. Maxwell, el juez que se encargó de los trámites de adopción de Natalia fue cesado por corrupción y su partida de nacimiento desapareció.
En la grabación de una entrevista de 2014 con un investigador del FBI especializado en delitos contra menores, Natalia revela que había sido tocada de forma inapropiada por un hombre cuando aún estaba en Ucrania. "¿Me sorprendería que Natalia fuera entregada a diferentes personas por razones nefastas, tal vez traficada? No me sorprendería nada", declaró la agente especial retirada del FBI Veronica Maxwell.
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El giro del final
Cuando parecía que Natalia ya tenía una familia estable, en los últimos minutos de la serie sus nuevos padres adoptivos, el obispo Antwon Mans y su esposa Cynthia, alegan que está causando estragos en sus vidas.
"Algo no va bien con Natalia", se oye decir a Awtwon Mans en un clip de audio. Cynthia respalda las afirmaciones de su marido diciendo: "Natalia está apuñalando a su familia por la espalda por una completa mentira. Hemos terminado. Hemos terminado con ella". Y así concluye la temporada.
No se ha anunciado formalmente ningún plan para una tercera entrega de El curioso caso de Natalia Grace, pero tras esa revelación final es muy posible que no tarde en llegar.
Tras la emisión del final de la serie en Estados Unidos, Natalia hizo una publicación en su cuenta de Instagram para decir que se encuentra a salvo, aclarando que no puede decir mucho porque está bajo un acuerdo de confidencialidad.
Natalia Grace en Instagram
"Estoy bien y lo estoy haciendo bien y gracias a todos por su apoyo y oraciones", escribió. "Me gustaría poder decirles más, pero he firmado un acuerdo para mantener las cosas confidenciales por ahora. Os lo haré saber cuando pueda, pero que sepáis que estoy bien. Love y'all #safe #livingmybestlife".
Una cosa siempre ha sido cierta en la historia de Natalia: nada es lo que parece.
'El curioso caso de Natalia Grace' está disponible en HBO Max.