El pasado sábado se proyectó en Bruselas Sangre en los labios, el thriller queer de Rose Glass que protagoniza Kristen Stewart y que ha causado furor desde su estreno en el Festival de Sundance. Sin embargo, la proyección que se hizo aquel día en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Bruselas desembocó en el caos más absoluto y después de un aluvión de comentarios homófobos y misóginos, y de una reacción violenta, la policía tuvo que intervenir y muchos de los asistentes se vieron obligados a abandonar la sala rápidamente.
De hecho, más de 60 mujeres queer tuvieron que marcharse del estreno y los organizadores de la proyección afirmaron que hubo al menos tres casos de violencia física.
"Las cosas se salieron de control", explicaba una de las asistentes a Variety, calificando su experiencia en el pase como “traumática y horrible” y añadiendo: "Temíamos por nuestra vida, porque el tipo de personas que dicen esas cosas durante la proyección de una película son las mismas que nos agreden. Nos asustamos y tuvimos que salir de allí”.
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Después del gran recibimiento que tuvo entre la crítica en Sundance y Berlín, el thriller producido por A24 aún no se había estrenado en ciertos países la Europa y su proyección en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Bruselas (BIFFF) atrajo a dos audiencias muy polarizadas. Y esto tuvo un efecto desastroso.
Aunque lo normal es que las proyecciones del festival tengan públicos diversos, lo cierto es que Sangre en los labios atrae a una audiencia potencialmente femenina y queer. Cuando la película se centró en las escenas románticas o sexuales entre las protagonistas, empezó a haber comentarios ofensivos y discriminatorios y abucheos.
Los asistentes describieron algunos de los peores momentos de la proyección en una declaración que compartieron con Variety: “Conocemos la diferencia entre los chistes estándar y los insultos y comentarios lesbófobos. Cuando la audiencia aplaude durante [lo que creemos que es] una escena de violación, cuando hacen pantomima de la masturbación y abuchean a las actrices en la pantalla gritando improperios en las escenas íntimas... Y cuando hay espectadores que se levantan para salir del cine o piden respeto, les abuchean, insultan y agreden físicamente, no podemos hablar de una atmósfera de 'buen carácter'".
Muchos testigos y asistentes confirmaron que algunos altercados pasaron de ser verbales a físicos y que la hostilidad aumentó y dio lugar a ataques de odio. “Una vez que nos levantamos, empezamos a escuchar insultos dirigidos a nosotras”, dijo otra de las asistentes. "Se convirtió en algo mucho más desagradable y violento. Nos abrumó. Pensamos que no era normal".
La respuesta del festival
Por otro lado, el representante del festival Jonathan Lenaerts confirmó que llamaron a la policía para disolver el caos y garantizar que la proyección pudiera continuar. Sin más fechas previstas para la proyección y sin fecha de estreno, la caótica velada del sábado era para muchos una oportunidad para ver la película. Y la experiencia vivida hace que la sensación haya sido agridulce para muchas espectadoras.
"Habíamos programado esta película específicamente porque interpelaba a la comunidad LGBT", expresó Lenaerts. "Pensábamos que era fantástico que [este tipo de] cine fantástico también se abriera a esta comunidad, dándonos la oportunidad perfecta para dar la bienvenida a una nueva audiencia a nuestro festival".
"Tenemos el deber de contextualizar. Asegurarnos de que todas las comunidades se sientan bienvenidas. El humor en la sala nunca debe ser objetivo y mezquino, y todas las excepciones son intolerables. Tomaremos medidas directas: si alguien hace comentarios inapropiados, será expulsado inmediatamente".
Aún así, el festival podría tomar algunas maneras para lograr que esta nueva audiencia se sienta bienvenida o a salvo. El domingo, el BIFFF emitió un comunicado calificando los eventos de la noche anterior como “inaceptables” y pidiendo disculpas a la audiencia por “comentarios discriminatorios”. Sin embargo, este comunicado no hacía ninguna mención explícita a la naturaleza de esos comentarios incendiarios, algo que no pasó desapercibido para las personas que se sintieron atacadas.
"El comunicado de prensa no ofrece ninguna disculpa y no asume ninguna responsabilidad por haber cometido un error", expresó una asistente. "El BIFFF –y los festivales en general– deberían reconocer que sus películas no son neutrales, que algunas tienen un valor político, algo que decir sobre ciertas comunidades, como fue el caso de la comunidad lésbica aquí. Y fue un error presentar esta película sin contexto previo, especialmente para semejante audiencia".
"Esta película nos representa. Está hecha por y para nuestra comunidad y que los homófobos arruinen nuestra experiencia es terrible. Todos nos sentimos muy tristes, conmocionados y enfadadas porque creemos que nuestra existencia es imposible sin recibir ataques. [La lucha contra] la homofobia todavía tiene un largo camino por recorrer".