B. Prieto
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Con permiso de las películas de James Bond, la llegada a los cines de Kingsman fue toda una revolución para el género de espías. Puede que se debiera, en parte, a que fuera una alternativa decente a las películas de espías o a que, simplemente, se trate de una película muy entretenida y apta para todo tipo de públicos, pero lo cierto es que su éxito está justificado.

De hecho, el fenómeno ha sido tal que diez años después de su estreno en cines, la primera película de lo que ya es una franquicia acaba de estrenarse en Netflix y ya se ha convertido en uno de los títulos más vistos de la plataforma.

En ella seguimos a un veterano agente secreto inglés (Colin Firth) que debe entrenar a un joven sin refinar (Taron Egerton). Este último no lo parece, pero promete convertirse en un competitivo agente gracias a un ultraprograma de entrenamiento, al mismo tiempo que una amenaza global emerge procedente de un genio retorcido.

La primera entrega de la saga Kingsman fue muy bien recibida por el público cuando se estrenó en 2014, porque aunque ese fue un gran año para los amantes del cine, lo cierto es que la mayor parte de las producciones eran muy oscuras y deprimentes. De hecho, después del fenómeno de Christopher Nolan con El caballero oscuro, muchos agradecieron cierto contraste con Guardianes de la Galaxia o Kingsman: Servicio secreto.

La película de Vaughn fue un antídoto para todas aquellas películas de gran presupuesto que se toman demasiado en serio a sí mismas y fue bienvenida como un punto de inflexión repleto de guiños cómicos y una gran historia de acción.

Tráiler | 'Kingsman: Servicio secreto'

Además de todo lo anterior, Kingsman: Servicio secreto es una película que fue capaz de sorprender a su público en todo momento y a lo largo de todo su metraje. Una cualidad que le costó mantener a flote en las secuelas y precuelas que llegaron después.

Y, por si fuera poco, el largometraje tiene además un gran villano, varias escenas realmente impactantes y unos protagonistas con un vínculo emocional que traspasa la pantalla.

Aunque se trate de una película que deconstruye el género de películas de espías, Kingsman: Servicio secreto no llega a ser una parodia del mismo, y esto se debe a que en el centro de la historia tiene a un gran dúo de protagonistas. La pareja que forman Harry y Eggsy es entrañable y la química que desprenden Colin Firth y Taron Egerton como maestro y alumno ayudó a que esta dinámica fuera algo memorable.

Todos estos ingredientes son los que hicieron de Kingsman: Servicio secreto un éxito, pero también los que vuelven a encumbrarla diez años después, elevándola hasta lo más alto del ranking de Netflix. 

Ficha

  • Título original: 'Kingsman: The Secret Service'
  • Dónde verla: Netflix y Disney+
  • Duración: 129 minutos
  • Año de producción: 2014
  • Escrita por: Matthew Vaughn y Jane Goldman (Basada en el cómic de Mark Millar y Dave Gibbons)
  • Dirigida por: Matthew Vaughn 
  • Reparto: Taron Egerton, Colin Firth, Samuel L. Jackson, Mark Strong, Mark Hamill, Michael Caine, Jack Davenport, Sofia Boutella, Corey Johnson, Sophie Cookson, Hanna Alström, Velibor Topic