Entre todas las películas imprescindibles que conforman la lista de los grandes amantes del cine, uno de los títulos que suele incluirse es Alguien voló sobre el nido del cuco. Todo un clásico de los años 70 que sigue sorprendiendo hoy por la historia que cuenta y por las magníficas interpretaciones de su elenco principal.

Estrenada en el año 1975, Alguien voló sobre el nido del cuco incluye todo lo que cualquier espectador promedio anda buscando en una película: que sepa apelarnos y provocarnos alguna emoción o que simplemente nos deje pensando en su trasfondo cuando lleguemos a los créditos finales.

El largometraje de Milos Forman es divertido y deprimente al mismo tiempo, y también entrañable y profundamente inspirador, y está basado en la novela homónima de Ken Kesey. Y cuenta con una de las interpretaciones más icónicas de Jack Nicholson.

Considerada no solo como una de las mejores películas de su década, sino también una de las mejores de todos los tiempos, Alguien voló sobre el nido del cuco cuenta la historia de Randle McMurphy (Jack Nicholson), un hombre condenado por asalto, y un espíritu libre que vive contracorriente, es recluido en un hospital psiquiátrico.

La inflexible disciplina del centro acentúa su contagiosa tendencia al desorden, que acabará desencadenando una guerra entre los pacientes y el personal de la clínica con la fría y severa enfermera Ratched (Louise Fletcher) a la cabeza. La suerte de cada paciente del pabellón está en juego.

Como suele ocurrir con casi todos los grandes éxitos del cine de Hollywood, la elección de la estrella principal fue fruto de un conjunto de casualidades. Y lo cierto es que Nicholson no estaba entre las principales opciones para el papel protagonista. Al principio se pensó en Burt Reynolds (Boogie Nights), pero por suerte el camino elegido fue diferente y realmente determinante durante de la historia del cine.

Jack Nicholson no era la primera opción

Alguien voló sobre el nido del cuco nunca fue concebida para que Jack Nicholson interpretara el papel protagonista. Tampoco para otros actores que estaban de moda en aquel momento como Burt Reynolds o cualquiera de sus contemporáneos.

En realidad, todo comenzó cuando Kirk Douglas adquirió los derechos de la novela y su hijo, un jovencísimo Michael Douglas le convenció para que se los cediera, dejándole ejercer como productor de la adaptación mucho antes de convertirse en una estrella de cine.

Después de barajar varias opciones, pronto surgió la idea de elegir a Burt Reynolds para el papel principal. Reynolds estaba a punto de convertirse en una estrella gracias a Defensa y El rompehuesos y era el actor ideal por la edad que tenía y por su carisma. Sin embargo, acabó surgiendo una alternativa mejor para el papel y se acabó rechazando a Reynolds.

Antes de llegar hasta Jack Nicholson, que terminó ganando el Oscar al Mejor actor protagonista, hubo otra serie de actores que rechazaron la película. Pero el apoyo que recibió para dar vida al personaje de McMurphy acabó teniendo el peso suficiente.

Entre ellos, Hal Ashby, que fue uno de los primeros candidatos para dirigir la película, sugirió que Nicholson interpretara a McMurphy. Aunque el actor, que acababa de protagonizar El último detalle, era "difícil de ver al principio" en el filme según Michael Douglas, esta decisión terminó ayudando a encumbrarla en los Premios de la Academia y también como uno de los imprescindibles de la historia del cine.