Crítica: 'Celeste', las mujeres facturan (y evaden impuestos) en la mejor serie española y la comedia del año
- La serie creada por Diego San José y protagonizada por Carmen Machi acaba de estrenarse en Movistar Plus+.
- Más información: Esta sensacional película con Zac Efron ya está en streaming: un drama desolador basado en hechos reales
A pesar de que la oferta de contenido sea abrumadora y que parezca que nos ahoga la cantidad de series que ofrecen las plataformas, cuando llega la hora de hacer retrospectiva y mirar atrás, hay algunas que facilitan la labor de seleccionar lo que realmente ha dejado huella en nosotros como espectadores. O, en otras palabras, las series que realmente nos han sorprendido lo suficiente como para enmarcarlas entre lo mejor del año.
Una de las que ha pasado el corte con sobresaliente ha sido Celeste, una comedia que parece inclasificable y otra prueba más de que siempre hay que lanzarse de cabeza al vacío y confiar en creadores como Diego San José. Porque sabes que con él el viaje siempre merecerá la pena.
Conocido por haber trabajado en películas como Ocho apellidos vascos y por crear otras comedias fantásticas como Vota Juan, Diego San José regresa con una propuesta arrebatadoramente divertida y que se ve en un suspiro -solo tiene 6 episodios-. Una serie a la que no le tiembla el pulso para, de nuevo, mirarle a la cara a la sociedad española y hacerla reír poniéndole delante sus taras y algunos asuntos pendientes de resolver.
El título de la serie hace referencia a una gran estrella de la música latina (Andrea Bayardo). Sus canciones son un fenómeno mundial, sus conciertos llenan estadios y tiene hasta su propio perfume, su propia marca de lencería y una melena kilométrica que promociona su propio champú.
Pero esta serie no trata sobre ella. La verdadera protagonista es Sara Santano (Carmen Machi), una inspectora de hacienda que ha dedicado toda su vida a la recaudación de impuestos. Eso es lo único que ha hecho desde que se sacó las oposiciones siendo una veinteañera hasta hoy que, después de más de treinta años entregados a la Agencia Tributaria, ha llegado el momento de prejubilarse. O eso creía ella. Porque el último día recibe el encargo más importante de su carrera: demostrar que Celeste, la gran estrella latina, reside en España y tiene que pagar aquí sus impuestos.
Una misión de la que dependen veinte millones de euros para las arcas españolas. Para ello, Sara tendrá que aparcar su vida para recorrer la de Celeste y demostrar que pasó aquí 184 días. La mitad del año más uno.
Este será el recorrido de la serie durante seis episodios que no queremos que acaben. Porque Celeste consigue que hasta la Agencia Tributaria y los temidos inspectores de hacienda tengan una historia interesante e incluso divertida que contar.
Parecía imposible que alguien como Sara Santano fuera un personaje que acabara siendo atractivo para el espectador, pero a estas alturas, cualquiera que haya sido tocado por la varita mágica de Diego San José será capaz de demostrar lo contrario, sacando piedras preciosas incluso de alguien tan insípido y aburrido como la protagonista de Celeste.
Concretamente, e inspirándose en el caso real de la cantante Shakira y su historial con Hacienda en España, Sara Santano le seguirá la pista a Celeste, que al parecer lleva un tiempo sin pagar impuestos en uno de los países que tanto la quiere.
Y todo como si se tratara tanto de la persecución más épica de la historia como de un viaje costumbrista narrado desde la lente de una cámara de paparazzi.
Contando con una Carmen Machi imperial, de las mejores que hemos visto en pantalla recientemente, Celeste se encuadra como un divertidísimo thriller tributario -así lo define la propia Movistar Plus+ que la estrena- y podría decirse que tiene los diálogos más ingeniosos que se han escrito últimamente -cortesía también de San José junto a Daniel Castro y Oriol Puig-.
El jugo que se puede extraer de ella es una delicia y también es un relato lleno de ternura sobre una mujer que encierra muchísima complejidad pero que al mismo tiempo tiene sentimientos la mar de mundanos y comunes a los de cualquier otra mujer, como el echar de menos la juventud o sentir que no estás sacándole partido a los años que te quedan de vida.
Una protagonista a quien no podría haber interpretado mejor Carmen Machi, una actriz capaz de salir ilesa de un personaje tan complejo como aburrido a simple vista. Es digno de admiración cómo logra encarnar a la versión personificada de la apatía y hace de ello algo magnético y fascinante.
Ella es en sí misma la razón por la que no os podéis perder Celeste, sumada al increíble trabajo que hay tras las cámaras y que tampoco se debe pasar por alto. No solo es de lo mejor que nos ha dejado la ficción española este año, sino que también será recordada en el futuro como una comedia tan desconcertante como hipnótica. En definitiva, una cita obligada entre los estrenos recientes y serie de una calidad de dimensiones estratosféricas.