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Hace unos días veíamos a Pedro Pascal paseando por las calles de Oviedo. No estaba haciendo turismo, sino que se encontraba en pleno rodaje de la nueva película de los Cuatro Fantásticos. Concretamente en las inmediaciones del edificio Calatrava, una obra arquitectónica que no ha estado exenta de polémica desde que se aprobó su proyecto. 

"El mayor fallo es que no se use", asegura a este periódico Joaquín Bernardo, arquitecto y docente. El escenario que recogerá las próximas aventuras de Marvel está casi desierto. Solo permanecen activas algunas oficinas de organismos que pertenecen al Principado de Asturias y el Palacio de Congresos, utilizado en eventos muy puntuales.

Fueron muchas las vidas de esta construcción antes de que los famosos superhéroes aterrizasen en él. Centro comercial, Palacio de Congresos e incluso un intento de Comic Con, pero ninguno llegó a prosperar. Fracaso tras fracaso, poco a poco estas instalaciones de aire futurista han ido convirtiéndose, efectivamente, en un lugar digno de la ciencia ficción.

La travesía comenzó en 2003, en plena burbuja inmobiliaria, cuando dos de las familias más poderosas de Asturias se interesaron por dos terrenos del barrio de Buenavista de Oviedo: el antiguo estadio Carlos Tartiere y la estación de El Vasco. Santiago Calatrava era el hombre que tendría que hacer sus sueños realidad. Los Cosme (clan dueño de la empresa ALSA) se unen a los Lago (sector de la construcción) y nace así una promotora, Jovellanos XXI.

El Alcalde de Oviedo en ese momento, Gabino de Lorenzo, expresó su deseo de construir "dos palacios": uno de congresos y otro de artes. Aunque los primeros bocetos se alejaban bastante de estas ideas.

El plan inicial era dar a luz a unas trillizas. Así fue el nombre que se le dio al primer proyecto pensado para esos terrenos: tres rascacielos en Oviedo. La idea se terminó descartando por respeto al skyline de la capital asturiana y el descontento de sus vecinos.

Álvaro Cuesta, diputado por el PSOE en ese momento en el congreso del Principado, aseguró que el problema "no era construir unas torres, sino dónde se construían". 

Vista aérea del Palacio de Congresos de Oviedo EFE

Finalmente, solo vio la luz uno de esos palacios con los que soñaba el alcalde, el de congresos. La construcción resultante se conoce popularmente como 'El Centollu', por su forma parecida a la de un cangrejo. "Estos proyectos llevan una gran ingeniería detrás, todo está muy medido", asegura Bernardo.

El 9 de agosto de 2006, tres trabajadores resultaron heridos tras un derrumbe en los trabajos del Palacio de Congresos, aunque no hubo que lamentar víctimas mortales, este hecho supuso una gran crisis de reputación.

La cosa no se quedó ahí, a este le siguieron otros incidentes de la misma naturaleza por los que el arquitecto valenciano fue finalmente condenado a pagar 3,5 millones de euros.

La apertura

Con la obra por fin terminada, se repartieron las distintas estancias. Las "pinzas" del cangrejo se destinaron a oficinas del Gobierno del Principado de Asturias. Esta es la única planta que mantiene un uso diario en la actualidad.

El cuerpo del animal es el Palacio de Congresos, que ha ido perdiendo relevancia y donde ahora se llevan a cabo eventos muy puntuales. "Puede ser un éxito, o un fracaso estrepitoso si se deja languidecer", alertó Gabino de Lorenzo cuando ya había abandonado sus funciones. Finalmente, la historia se torció hacia su segunda predicción. 

La parte de abajo se vendió para abrir un centro comercial que contaba en sus inicios con 126 tiendas. Las principales firmas se unieron a este proyecto del que fueron desertando de forma escalonada durante los 11 años que consiguió sobrevivir. 

El 31 de marzo de 2019 se echaba la llave de esta galería de comercios dejando una imagen propia de una película postapocalíptica. Ocho años después de su apertura, Inditex cerraba su tienda de Zara en el edificio, lo que supuso una de las fugas más importantes del negocio. Nunca se dio una explicación por parte de la compañía, pero se podía entrever que era el local menos fructífero de toda España. 

Solo se mantuvo en funcionamiento el Burger King, dejando una entrada especial de acceso único a ese establecimiento. El dueño de la franquicia alegaba que este restaurante "era el más rentable en cuanto a pedidos" y por eso decidió dejarlo en funcionamiento pese al cierre de los locales de su alrededor. 

Un año antes del desastre, un fondo de inversión británico, a través de su gestora Estabona Management, había comprado las instalaciones. Buscaban darle una nueva vida a la galería comercial y obtener así una mayor rentabilidad. Ninguna de sus promesas llegó a hacerse realidad, llevando al centro comercial a su triste desenlace.

Parte trasera del Palacio de Congresos de Oviedo EP

Durante los años posteriores, las oficinas mantenían su actividad habitual, pero la agenda del Palacio de Congresos iba perdiendo relevancia y adquiría un valor más residual. La zona comercial, ahora completamente desierta, se iba quedando en ruinas poco a poco.

Durante su corta vida, el edificio fue mostrando varios problemas estructurales: goteras en toda la construcción y unas 'costillas móviles' que nunca llegaron a funcionar. Esto llevo a los vecinos de la ciudad a catalogar este proyecto como un "gran pufo" en la historia de la capital.

Érase un rescate

La vida del Calatrava no termina aquí, el Ayuntamiento de Oviedo, liderado por el PP, compró este verano por 4,8 millones de euros la totalidad de la galería comercial al fondo suizo que se había hecho con ella tras su cierre.

La principal finalidad de esta transacción era rescatar al edificio de la ruina. El nuevo uso que se le dará a estas instalaciones aún no está definido. Desde el Consistorio se pretende que sirvan "como complemento al Palacio de Congresos". 

El concejal de Planeamiento y Gestión Urbanística, Ignacio Cuesta, aseguró en una reciente visita a la zona, que el primer paso será buscar iniciativas empresariales que puedan repoblar el Calatrava. A partir de ahí, comenzarán todas las tareas de rehabilitación de los locales. 

"Si no se mantienen los edificios, poco se puede hacer", sugiere Bernardo ante el desgaste de la construcción. La finalización de la remodelación está prevista para 2025, aunque el Gobierno local ha asegurado que el estado actual es "muy bueno".

Izquierda Unida, para evitar "dejarlo en su deterioro y su declive", llegó a un acuerdo con el consistorio popular para destinar parte del antiguo centro comercial a fines sociales. Entre sus propuestas se encuentra la creación de una Biblioteca y un centro social integrado para el disfrute de los vecinos del barrio de Buenavista.

Una construcción futurista rodeada de edificaciones de los años 60 y casi abandonada. Sin duda, 'El Centollu' de Oviedo reúne los ingredientes perfectos para ser el nuevo emplazamiento en el que los Cuatro Fantásticos vivirán sus distópicas aventuras.

*Sofía Antuna, autora del reportaje, es alumna de la segunda promoción 2024-2025 del Máster de Periodismo de EL ESPAÑOL/UCJC.