Ángel Martín y Ricardo Castella, una historia de amor en el teatro

Ángel Martín y Ricardo Castella, una historia de amor en el teatro

Televisión

Ángel Martín y Ricardo Castella, una historia de amor en el teatro

6 diciembre, 2014 06:26

Hace ahora ya cuatro años, Ángel Martín decidía abandonar Sé lo que hicistéis por agotamiento. “Llega un momento que, si una cosa no te divierte, ¿para qué lo vas a seguir haciendo? Sobre todo si eres cómico, porque necesitas la motivación de divertirte en tu trabajo”, decía el humorista.

Ahora, tras todo este tiempo apartado de la pequeña pantalla, el cómico ha encontrado esa motivación y regresa a la televisión con Órbita Laika, un alocado show de ciencia que se estrena este domingo en La 2 a partir de las 23:00 horas.

"Salto a La 2 porque la propuesta me parece interesante. En estos años me han llegado propuestas, no para cadenas, sino de productoras. Pero eran formatos que no me me llamaban la atencion", confiesa Martín a Bluper.

"No he estado presentando proyectos sino que ha llegado un producto que me parece interesante, que es distinto a lo que he hecho. Hacer algo que ya he hecho no es divertido. Pero Órbita Laika me parece que está muy bien, es divertido y me lo puedo pasar bien", añade.

Love pain love

También encuentra esa motivación con su nueva obra de teatro Love pain love en la que comparte protagonismo con Ricardo Castella. En ella, Ryan (Ángel Martín) y Natalie (Ricardo Castella), sufren el dolor del desamor y el abandono de sus respectivas parejas. Hasta aquí todo normal, pero Ryan tiene un plan para romper su mala racha en el amor: ser él quien deje, buscar una chica y romperle el corazón.

"Ricardo hace de mujer porque yo tengo premios. Así que yo mando. Me he puesto en una posición gilipollas de poder y hemos decidido que sea así porque tengo más seguidores en Twitter", bromea Martin.

"Sí, hago de mujer. Es un trabajo actoral brutal. Llego a niveles de Robert de Niro. Es una mujer un poco particular, es una Natalie Portman en un mal día con un jersey de abuela y recién atropellada por un camión", comenta por su parte Castella.

Y añade. "No hemos intentado hacer una comedia romántica en serio. Me da la sensación de que las comedias románticas empiezan a ser un poco autoparódicas. Te la podrían colar como número uno en taquilla".

Canciones originales

Esta nueva incursión en el teatro de Martín y Castella mantiene el ADN de Nunca es tarde, su anterior obra: dos personas sobre el escenario que tan sólo cuentan con sus instrumentos, donde recrearán una película musical con cambios de localización y escena que trasladan al espectador a rincones de Nueva York como Central Park.

Las canciones de Love Pain Love son originales e inéditas y no sólo eso, sino que además hacen livelooping. Es decir, grabar bucles en directo y tocar en vivo sobre ellos, sin ninguna música pregrabada.

Cantamos bien porque tenemos un técnico de sonido muy bueno. No desafinamos infinito.

"Cantamos bien porque tenemos un técnico de sonido muy bueno. No desafinamos infinito. No hacemos una cosa dolorosa para el oído humano. Antes de dedicarme a la comedia yo hacía baile para la tercera edad en Cataluña. Iba con mi teclado y cantaba La morena. Tengo un pasado oscuro e incluso hay cosas que casi ni recuerdo y quizá son peores", dice Martin.

¿Cómo por ejemplo besarse con Castilla? "No puedo desvelar secretos de la obra", contesta Martin. "Es una comedia romántica. Es algún momento hay algo, claro", añade Castella.

*Love Pain Love estará en el Teatro Infanta Isabel hasta el próximo 20 de diciembre, con sesiones los sábados, a las 23:30 horas.