El descanso le ha sentado bien a ¿Quién quiere casarse con mi hijo?. Después de una tercera edición que dio paso casi sin descanso a ¿Quién quiere casarse con mi madre? y Un príncipe para Laura, el formato tróspido necesitaba parar durante un tiempo para que los seguidores de este humor pudieran volver a reír como antes.
Y así ha sido. La versión original de este conjunto de dating shows no ha arriesgado en novedades, pero tampoco le han hecho falta. La base ha sido exactamente la misma e incluso ha habido un retroceso en los perfiles, que el pasado año cambiaron una madre por un padre.
Se echa de menos alguna novedad en los perfiles de los participantes de QQCCMH4
Aunque el resultado final no se ha visto deslucido por esto, sí se hubiera agradecido algún giro que sorprendiera en este sentido con quizá otro padre más divertido que Armando o, por qué no, un abuelo o abuela que acompañara a su nieto en la búsqueda del amor.
La excesiva duración del primer programa
Uno de los puntos negativos de este arranque de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? se puede hacer a todos los inicios de temporada del programa: su duración. La emisión se ha alargado hasta pasada la 1 de la madrugada, un horario que servirá para subir el share pero no para ayudar al espectador a quedarse hasta el final y terminar de engancharse a las nuevas historias.
El ritmo del programa, con mucho humor y avance de las cinco historias, ha permitido que no se haya hecho especialmente largo, pero resulta inaceptable que un programa de humor se vaya hasta las casi 3 horas de duración con todo lo que ello conlleva.
¿De verdad es tan necesario conocer el primer día las primeras citas? ¿No puede acabar el programa cuando expulsan a sus primeras candidatas? La próxima semana, la duración volverá a ser la habitual con un horario de finalización que le viene mucho mejor a ¿Quién quiere casarse con mi hijo?, demostrando que se puede hacer con formato comprimido si así se desea.
Los nuevos tróspidos y sus madres
El casting de hijos y madres ha sido de nuevo lo más destacado de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? Algunos perfiles se han buscado en la línea del año pasado, con Sandro como el nuevo Roi, Rafa ocupando el lugar de Alexis, Markus como Leo -con toques de Fran- o Diego como Víctor.
Sandro resulta mucho menos cargante de lo que lo fue en su momento Roi, pero su madre, Rosa, aún no ha mostrado tener tanta fuerza como personaje como desde el principio demostró Belén
David y María Rosa son dos de los que más prometen en esta nueva edición, sobre todo por la madre. La vidente es espontánea y divertida, algo que se agradecerá cada vez que abra la boca para dar alguna de sus predicciones.
David y María Rosa son, por el momento, la pareja más atractiva de la nueva edición
El personaje de Rafa va a ser difícil de empatizar, pero su madre también compensa la pareja. María Luisa no ha tenido aún mucho protagonismo, pero cada una de sus apariciones la han convertido en un auténtico personaje con esa mezcla de francés y andaluz en su acento que hará las delicias de la edición de programa.
Diego y Estrella tienen potencial, pero todavía no lo han sacado. Ella tiene mucha telegenia, conseguida en su etapa de presentadora del informativo territorial de TVE como ella misma ha confesado; y él ha tenido ya algunos momentos en los que ha sacado su lado más "friki" que también dará tan buenos momentos como los que trajo Víctor en la tercera edición.
Por último, Markus y María José son la pareja con mayor contraste. Ella, tradicional y simpática; él, con un carácter más moderno y cortante. La unión de ambos perfiles traerá algunos de los mejores momentos a esta edición.
Necesidad de más "personajes" entre las pretendientas
El punto más débil en el casting de este año de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? está en las pretendientas. En la primera entrega, otros años pudimos ver perfiles que se posicionaban con fuerza como los más potentes, más incluso que los propios personajes. Este año, cuesta vislumbrar cuáles serán las verdaderas protagonistas y si de verdad habrá alguna que merezca tanto la pena como en anteriores ocasiones.
Sin ir más lejos, en el primer programa de la anterior edición ya destacaron nombres como el de Lety Hilton, Andrea, Pupi Poison o Svetlana. Este año, hay algunas pretendientas que han sacado un poco la cabeza por encima de las demás, como Pili, la particular Marilyn Monroe del programa, pero hay mucha distancia con la tercera temporada.
¿Quién quiere casarse con mi hijo? ha vuelto sin novedades pero con fuerza. El programa aún tiene que evolucionar para mostrar las historias en todo su esplendor y corregir algunos de los detalles a mejorar, pero el resultado de esta nueva edición vuelve a ser muy positivo.