Meter famosos en una casa como la de Gran Hermano en lugar de anónimos es en sí un giro de tuerca respecto al formato original. Pero hay mucho más allá en la idea de tener gente cuyo pasado se conoce desde antes de poner un pie en Guadalix de la Sierra.

Las historias que se pueden formar en los primeros días son totalmente distintas a las que suceden en la versión de anónimos, y en estos cuatro días de GH VIP ya hemos visto algún ejemplo. Con tan solo unas pocas horas de convivencia, Ares Teixidó y Olvido Hormigos tuvieron su primera pelea dialéctica. ¿La razón? El pasado conocido de la exconcejal de Los Yébenes, contado detalladamente en televisión.

Conocer el pasado de los concursantes antes de entrar en la casa ha provocado una de las primeras tramas de 'GH VIP'

Meter famosos en la casa en lugar de anónimos cambia por completo el planteamiento del reality. La gente se acerca por el llamativo de ver a gente conocida conviviendo, pero lo verdaderamente importante es lo que sucede dentro de la casa y, si no encuentran algo interesante, se irán a otra cadena esté Belén Esteban conviviendo o cualquier persona desconocida.

El fenómeno VIP impide situaciones pero crea otras nuevas

Esta característica "VIP" impide que se creen situaciones escondidas como el encuentro entre hermanos que hubo entre Omar y Alfredo en GH 15 o la convivencia entre parejas disimuladas como la que tuvieron Laura y Ángela en GH 11.

Pero, a cambio, ofrece un escenario totalmente distinto que hace posible que las historias que se formen no se parezcan a las de la versión de anónimos. GH se "salvamiza" así, pero ofrece algo distinto que jamás hubiera podido tratar la versión de anónimos.

En la segunda edición de GH VIP en el año 2005, el programa provocó la convivencia entre dos antiguos rivales que se habían enfrentado en numerosas ocasiones en los platós de televisión. Kiko Matamoros y Lara Rodríguez estuvieron juntos cerca de dos semanas, poco tiempo pero suficiente para darle un plus a aquella temporada.

La versión de anónimos utiliza el pasado de forma distinta

En la versión de anónimos, también se intentan incluir en muchas ocasiones historias del exterior dentro de la casa, pero el resultado es siempre distinto. La sexta edición de Gran Hermano probó el experimento uniendo a Salva, un policía local de La Rioja, con sus dos ex: Mercedes y Jani.

Como consecuencia, Mercedes duró tan solo unos minutos en la casa y no aguantó convivir con su ex. Salva tampoco cuajó dentro de la casa y la audiencia le convirtió en el primer expulsado, dejando a Jani, el vértice que en principio menos aportaba dentro del triángulo, como la única superviviente.

La manera en que la versión de anónimos juega con el pasado de los concursantes es distinta a la de la versión VIP

Lo ha intentado después en muchas ocasiones, con mayor o menor suerte, pero las historias siempre son diferentes a las de los realities de famosos. Quizá en la última edición se produjo algo similar haciendo cómplice al espectador con el pasado de los concursantes. Primero presentaron a Omar y Paula e hicieron que ellos solos, poco a poco, se hicieran famosos. A su vez, en las conversaciones surgía el nombre de Lucía, la ex de Omar, convirtiéndola en famosa sin haberle visto la cara. Y finalmente, los tres se vieron las caras haciendo una explosión digna de un reality VIP.

Kiko Rivera pondrá a prueba la clave argumental de los realities de famosos

La organización de GH VIP es consciente de que en un reality de famosos hay que explotar los pasados de los concursantes. No solo están dejando que aflore en las conversaciones de la casa como ya ha ocurrido sino que ellos mismos van a provocar que ocurra con una nueva entrada.

Kiko Rivera se convertirá este jueves en concursante de Gran Hermano VIP con un aliciente anexo al de su nombre como personaje conocido: su relación con Laura Cuevas. Ambos convivieron en su juventud en Cantora dado que ella es la hija del capataz de esta finca desde la época en que pertenecía a Paquirri, y en los últimos meses se ha dedicado a hablar mal de la familia Pantoja. El enfrentamiento definitivo se podrá ver dentro de las cuatro paredes de la casa de Guadalix de la Sierra en lugar de en el plató de Sálvame con el plus de que, además, tendrán que convivir juntos.