Un tiempo nuevo se estrenó el pasado 25 de octubre en los sábados de Telecinco. El programa ha mantenido intacto su horario y su lugar en la parrilla de la cadena. Sin embargo, el programa ya no es lo que era después de numerosos cambios a lo largo de 13 entregas que han ido probando diferentes estrategias para ganar audiencia.
El logo
Lo primero que ha intentado cambiar el programa es su imagen, su grafismo y su escenografía. El primer día de emisión, Un tiempo nuevo mostró un logo en tonos azules que se mantuvo durante cuatro programas. El logo del programa ya ha cambiado en dos ocasiones. Primero se eliminó el 3D que se vendió en un principio para crear una imagen más plana, pero manteniendo los tonos azules. Este último sábado el programa ha introducido el tono rojo en su grafismo principal para intentar remodelar su imagen.
La tipografía
No es lo único que ha cambiado en estas 13 semanas en antena. Las declaraciones y enunciados que van apareciendo en pantalla también han sufrido varias modificaciones. Su primera semana aparecieron en pantalla varios enunciados en mayúsculas y en tonos negros que fueron muy criticados en redes sociales. Esto también ha cambiado mucho a lo largo de esas semanas.
En su segundo día de emisión ya habían variado los tonos negros por tonos grises, más distribuidos por la pantalla y menos violentos para el espectador. Pero no han terminado de convencer a todo el mundo y han ido evolucionando a lo largo de todas las entregas. El cuarto programa volvió a tener modificaciones, con una tipografía mucho menos avasalladora y cuidada. En su programa número 13, emitido este último sábado, el espacio de Sandra Barneda ha introducido una nueva tipografía y ha empezado a utilizar los tonos rojos.
Sus pantallas partidas
Un tiempo nuevo utiliza mucho las pantallas partidas. La forma de complementarlas también ha ido variando a lo largo de las semanas. En un primer momento, el negro era el color característico de esta pantalla dividida, algo que se ha ido depurando con el paso del tiempo. En el cuarto programa, con la introducción de la nueva tipografía, se comenzó a usar el azul y el gris en la pantalla partida, con colores muy planos. Sólo duró una semana.
En su quinta emisión, el programa utilizó imágenes mucho más urbanas y con referencias a la gran ciudad para ornamentar el momento en el que la pantalla se divide en dos espacios. Esta ha sido la ilustración que más ha durado en emisión. No ha sido hasta este último sábado cuando el programa ha vuelto a variar su pantalla partida por los tonos grises y rojos, emulando el nuevo logo.
La cabecera
La cabecera del programa es lo que más se ha mantenido en pie, hasta este sábado. Un tiempo nuevo siempre ha comenzado con una cámara recorriendo una ciudad realizada por ordenador en la que los rostros de los que se iba a hablar aparecían en diferentes pantallas. Este sábado el programa rompía con este inicio de programa para utilizar la cabezada como un sumario de contenidos.
La escenografía
La escenografía también ha contado con una serie de variaciones. El programa se estrenó con una serie de paneles que decoraban el plató en los que aparecían palabras y letras sin sentido alguno. Fueron retirados en su segundo programa para intentar mejorar la imagen que entraba por los ojos de los espectadores.
La iluminación
La luz también ha sido uno de los puntos que Un tiempo nuevo ha intentado mejorar o variar con el paso de las semanas. El programa de Telecinco comenzó intentando ser algo muy diferente a lo que se ve en la cadena, mostrando mucha más oscuridad que lo que se ve habitualmente en la cadena. Ahora el programa es mucho más luminoso y se ha intentado proyectar más luz con su escenografía.
Los contenidos
Sin embargo, el verdadero cambio de Un tiempo nuevo se ve en sus contenidos. Pero también es el aspecto en el que más está perdido el programa de Telecinco. Mientras su imagen avanza y mejora semana a semana, siguiendo un objetivo muy claro, respecto a los contenidos Un tiempo nuevo va dando batacazos que no demuestran un desenlace concreto y pensado.
Sus primeros dos semanas el programa contó con un debate entre rostros políticos dispuestos en atriles. Esta sección sólo duró dos programas y no se han vuelto a repetir. Lo mismo ha pasado con otras secciones como la de La firma, en la que un personaje en concreto terminaba firmando en la cámara. Sólo se ha usado en el segundo y en el décimo programa.
Javier Ruiz aparece en el programa para dar datos estadísticos o presentar vídeos. Sin embargo, cada vez lo hace desde una localización diferente y eso puede hacer que el espectador se pierda.
El orden de los contenidos también ha ido variando semana a semana. El primero programa contó con Cristobal Montoro como primer invitado político. Fue el primero en sentarse en la silla. Sin embargo, Un tiempo nuevo no siempre ha usado al personaje político como el primer hueco de la escaleta del programa. A pesar de contar con invitados con este corte, Pedro Sánchez apareció después de una mesa de debate, Albert Rivera fue entrevistado tras un debate sobre Monago, Alicia Sánchez Camacho se sentó tras un coloquio sobre la demanda de paternidad contra el Rey, y así en sucesivas ocasiones.
Lo mismo ha pasado con el modo de entrevistar al personaje en cuestión. Mientras los políticos son entrevistados en la parte central del plató, el resto de invitados acuden a una zona secundaria. Sin embargo, algunos personajes como Javier Limón o el pequeño Nicolás han gozado de la oportunidad de ser entrevistados en la zona más política.
El resultado
A pesar de los cambios, el programa no ha logrado mantener una audiencia estable y vencer a su principal competidor, laSexta Noche. Se estrenó con un 9,2% y 1.130.000 espectadores. Batacazo dentro de la casa. Dos semanas después el programa llegó a caer hasta un 8,5%.
Sin embargo, el pequeño Nicolás salvó el espacio de la quema. Su entrevista alcanzó un 21,1% de cuota de pantalla media y 2.275.000 espectadores. La buena suerte de Telecinco le duró varias semanas. Con Teresa Romero alcanzó un 14,5% y el regreso de Francisco Nicolás contó con un 16,7% de cuota. Después el programa ha vuelto a caer.
Este último sábado, y después de un radical cambio de imagen, el programa volvió a llevar a su talismán Nicolás al plató. Un talismán que ya ha sido quemado. El programa se quedó con un 10,8%, por debajo del 11,7% de laSexta Noche. Ya le quedan pocos cartuchos. Sin embargo, parece que Telecinco no tiene intención de quitárselo del medio.
Y para muestra, un botón:
El antes:
Y el después: