Esta semana, Antena 3 está de aniversario: acaban de cumplir 25 años con el gran honor de ser la primera cadena privada de España. Entre tanto festejo y tanto recuerdo no quiero dejar pasar más tiempo sin recordar a alguien que de una manera sencilla, sin colocarse ninguna medalla ostenta el muy honorable título de ser el responsable de la primera comedia de situación en Antena 3.
Me estoy refiriendo al gran Antonio Mercero y su Farmacia de Guardia. Nacido en Lasarte en plena Guerra Civil, su infancia se hizo añicos cuando a los seis años perdió a su padre asesinado por los anarquistas. En casa querían que estudiara Derecho. Y lo hizo, pero no ejerció ya que el cine era su auténtica pasión.
Comenzó rodando cortometrajes y con uno de ellos en 1962, Lección de arte, obtuvo la Concha de Oro del Festival de San Sebastián. Tras una serie de proyecto en los que se dedicó en cuerpo y alma a la televisión, llegó Crónicas de un pueblo en 1973, una de las primeras comedias que tuvo TVE. En riguroso blanco negro, esta serie narraba la vida cotidiana y los problemas de Puebla Nueva del Rey Sancho, una pequeña localidad ficticia (la serie se rodaba en Santorcaz cerca de Madrid). Los protagonistas de la serie eran las fuerzas vivas de la localidad: el alcalde, el cura, el cabo de la Guardia Civil, el maestro, el alguacil, el cartero, el conductor del autobús, la boticaria, el pregonero y todos los habitantes de ese pequeño como entrañable lugar en el que ocurrían muchas cosas. Como el propio Mercero ha dicho en más de una ocasión, simplemente trasladó "el organigrama nacional a un formato de serie".
Mercero creó 'La cabina', un formato que consiguió un Premio Emmy
Anterior a este gran éxito, Mercero sorprendió a todo el mundo en 1972 con La cabina, una historia de ciencia ficción co escrita por él mismo junto con José Luis Garci y protagonizada por José Luis López Vázquez. Fue todo un fenómeno (en nuestro país, tuvo que pasar tiempo para que se reconociera su valía) ya que fue bendecida por la crítica de los principales festivales de todo el mundo.
Esta desasosegante historia se emitió en todo el mundo y se convirtió en el programa más premiado de la televisión española: Premio Ondas, un Emmy y el Premio de la Crítica Internacional del Festival de Montecarlo, entre otros.
Vivir un mundo de sueños
Durante un tiempo alternó la televisión con películas muy fieles a su estilo cercano y conciliador. En 1981 volvió a sorprender a propios y extraños con otro pelotazo televisivo: Verano Azul. Rodada en la localidad malagueña de Nerja, a lo largo de 19 episodios se contaban las aventuras de una pandilla compuesta por cinco chicos y dos chicas de diferentes edades, entre los ocho y los diecisiete años; y dos adultos: una pintora y un marino retirado. Tito, Piraña, Pancho, Javi, Bea, Desi, Quique y Chanquete forman parte del icono de nuestra infancia.
En 2010, cuando la Academia de Cine, le otorgó a Antonio Mercero el Goya de honor, Juanjo Artero (Javi en Verano Azul) comentó: "Es el niño que se hizo genio, pero que supo seguir siendo niño". También destacó de él "su sentido del humor". "Trabajar era una fiesta, una verdadera gozada. Eramos unos críos de catorce años y en ningún momento nos levantó la voz. Rodar con él era como un juego. Tenía mucha autoridad; si te decía que había que estudiar más, te ponía las pilas. En el fondo él mismo era un actor y le veías poniendo la cara de Piraña o de Tito para dirigirlos".
Tras el éxito de Verano Azul le llegó el turno a Farmacia de Guardia. Esta serie se comenzó a emitir en 1991 en Antena 3 y se ha convertido en la primera comedia de situación de las privadas. Con el paso de los años ostenta con sano orgullo el título de ser la serie más vista en la historia de la televisión en España. Concha Cuetos y Carlos Larrañaga eran sus principales protagonistas y la convirtieron con sus historias en todo un fenómeno televisivo.
La noche se paralizaba cuando daba comienzo la serie en la que hasta rostros de la cadena como José María Carrascal se permitieron el lujo de hacer un cameo (algo que hasta ese momento no se había visto en televisión).
A lo largo de mis más de 28 años escribiendo de cine y televisión han sido varias las ocasiones en las que he tenido el enorme placer de charlar con él. Siempre quedábamos en la cafetería Los Austrias cerca de San Antonio de la Florida. En una de estas reuniones recuerdo que le pregunté sobre si las privadas habían marcado un estilo y me contestó: "es lógico, ya que en televisión todo es un camino de ida y vuelta. Una de las cosas buenas que han hecho las cadenas privadas es crear la comedia de situación".
El éxito de Farmacia de Guardia lanzó a las deás emisoras a hacer nuevas historias
"El éxito de Farmacia de Guardia fue el que lanzó a las demás emisoras a hacer nuevas historias", continuaba. "No se necesitaba un alto presupuesto y se conseguía enganchar a la audiencia con actores nuestros y lo que es más importante con historias muy cercanas a nuestra realidad. Antena 3 fue pionera y vivió uno de sus momentos más brillantes con series españolas casi todos los días y en horario de máxima audiencia".
Gran conversador, contador de chistes imposibles, excelente profesional y con una pasión más grande que la del cine: su familia. Sus hijos Antonio e Ignacio mantienen viva su memoria y a sus trabajos en cine, televisión y narrativa les remito. El Alzheimer desde hace unos años lo tiene huérfano de sus recuerdos, pero la magia de "sus películas" están ahí para siempre.