Alfonso Merlos no ha querido dejar pasar más tiempo para explicar lo ocurrido en su cuenta de Twitter. El periodista aprovechó su visita como colaborador a El cascabel de 13tv este martes para dar su versión de unos hechos que le han hecho el centro de todas las atenciones.
"Me parece algo extremadamente grave no porque haya afectado a mi persona sino porque afecta a nuestro sistema de libertades", aseguraba. "Me encuentro con algo muy desagradable. Hay una serie de comentarios en Twitter entre los que se encontraban calumnias, injurias, amenazas de muerte... Y yo me preguntaba a qué puede obedecer".
La cronología de los hechos, según Alfonso Merlos, comenzó en la noche del lunes cuando se difundió un mensaje en Twitter en su nombre. "Ponen un mensaje atacando a un jugador de baloncesto del Juventut porque había apoyado a Podemos. No tenía ni idea de quién era porque yo sigo el fútbol". Fue ahí cuando empezaron las amenazas.
En la mañana del martes, a las 9, Merlos se encontró con 20 mensajes más que asegura no haber escrito. "Había 18 o 19 que eran de contenido político y uno que era subido de tono".
A los que le han dado credibilidad a la versión de lo que representa un delito solamente les digo que lo lleven en su conciencia
"Esto es un ataque sofisticado a juicio de la Guardia Civil", afirma. "Las redes sociales son lo que son y los medios de comunicación somos otra cosa".
Además, mandó un mensaje a periodistas, políticos y otro tipo de profesionales agradeciendo a los que le habían apoyado. "A los que le han dado pábulo, credibilidad y a los que han validado la versión de lo que representa un delito causando el consiguiente daño solamente les digo que lo lleven en su conciencia".
Antonio Jiménez quiso echar más leña al fuego y atacó directamente a Twitter, donde asegura no continuar por este tipo de ataques. "No sé si Twitter colabora. Me da la impresión de que no es colaboracionista. Me da la impresión de que es una empresa que no se caracteriza por perseguir este tipo de cosas".Alfonso Merlos contestó que está en manos de la Guardia Civil, pero que Twitter solo colabora con ellos en casos extremos de pedofilia o terrorismo.