"¿Por qué Esquerra Republicana ha evitado en cuatro ocasiones que el presidente de la Generalitat comparezca para hablar de fraude, evasión fiscal y corrupción?", preguntaba Sandra Barneda a Oriol Junqueras al principio del programa Un tiempo nuevo el pasado sábado. "Belén Esteban, además de deprimida por su amigo Víctor, anda descolocada por la casa tras las últimas nominaciones", comentaba una hora más tarde. Sandra Barneda se ha convertido en la costurera de Telecinco. Un roto y un descosío.

Las audiencias no acompañan a Un tiempo nuevo desde su nacimiento. Por eso, la dirección del programa no ha dudado en incorporar al programa una sección que rellene su contenido de GH VIP, el programa de Telecinco con más éxito. Una sección que no es ni anunciada en el sumario que se emite al comienzo del programa. Una sección escondida, pero que existe.

Al principio sólo se anuncian a los Oriol, a las Tania Sánchez, a los Pedro Sánchez. Ni rastro de Belén Esteban y compañía. El programa saca pecho cuando anuncian el fichaje del economista Gay de Liébana. Pero Barneda no duda en arremangarse los pantalones para meterse en el fangoso barro de Guadalix de la Sierra. Un barro que oculta una caída de espectadores digna de un despeñadero en la curva de audiencia.

Y es que Sandra Barneda ha perdido su firma, algo que una periodista que pretende hablar de tú a tú al ministro de Hacienda debe conservar. "Sandra Barneda conducirá La séptima silla", anunció Telecinco allá por el 2009. La presentadora llegaba de La 2. Se trataba de un programa debate con varios periodistas que tratarían temas de actualidad. Sólo duró una emisión, pero colocó a la catalana en el escenario de rostros serios de la casa. 

Después llegaron La noria El gran debate, donde su papel como copresentadora hizo que se mantuviera alejada de cualquier polémica. En De buena ley ya comenzaron a mezclarla con los rostros más salvamizados. Hable con ellas la convirtió en una presentadora de entretenimiento más y Un tiempo nuevo la ha rematado como una digna presentadora de los resúmenes de Gran hermano.

Y ojo, que no digo que sea malo empantanarse y degustar el sabor de la carnaza. Las peras y las manzanas pueden ser parte de una macedonia incluso en casa de Ana Botella. Pero Botella no querrá sentarse en la misma silla que la mujer de Kiko Matamoros. Ni creo que la pasada semana Teresa Rodríguez se sintiese cómoda cuando se comentaran los últimos cuernos de Olvido Hormigos mientras todavía estaba sentada en el sillón de Hable con ellas. 

Sandra Barneda tiene contrato con Mediaset España hasta 2018. Un papel que muchos desean y muy pocos consiguen. Un papel que sólo se consigue leyendo determinados autocues. Hay mucha vida más allá de 2018. No por tener delante a Rosa Díez hay que pagar un precio tan alto. Tampoco es tan guapa.