Corría noviembre de 2011 cuando el Partido Popular aterrizaba en La Moncloa. Sin embargo, Mariano Rajoy y sus groupies no sólo se metieron en el ala oeste de aquella casa. También se ganaron un segundo edificio llamado Torrespaña. Y el jefe de todo eso llamado Gobierno de España no se pudo resistir a la tentación de hacerse con el control de la televisión pública de arriba a abajo.
Leopolgo González Echenique fue nombrado presidente del ente, Julio Somoano se encargaría de dirigir los informativos e Ignacio Corrales tenía como misión hacer la verdadera televisión a través de los programas, la parte menos ideológica de la pública. Hace ya tres años, en febrero de 2012, la cadena mantenía una media de un 14,1% y sus informativos llevaban siendo líderes durante 54 meses consecutivos con un 18,4% y 2.974.000 espectadores de media.
Sólo les hizo falta estar un año en el poder para romper esta tendencia. En marzo de 2013 perdieron el liderazgo por primera vez por debajo de Telecinco. TVE cerró febrero con un 12,9% de cuota media y 2.081.000 espectadores, casi un millón de espectadores menos que cuando el PP recogió el testigo de la televisión pública más premiada y valorada.
¿Qué ha pasado para que los espectadores hayan perdido la confianza en la cadena? Manipulación, manipulación y manipulación. TVE se ha cargado el prestigio conseguido con burdos intentos de esconder la información que afectase negativamente al PP en un momento en el que los casos de corrupción salen de debajo de las piedras.
Los informativos han infectado al resto de la parrilla como un virus de Robin Cook
Y esto ha infectado al resto de la parrilla como si de un virus de Robin Cook se tratase. Mientras series como Isabel, Cuéntame cómo pasó o El ministerio del tiempo o programas como Masterchef y Alaska y Segura hacen ver que la programación de la pública pasa por uno de sus mejores momentos, la mala fama de los informativos ha hecho que los espectadores ya ni siquiera quieran asomarse a esa ventana.
En aquel febrero de 2012 la diferencia entre la media de la cadena y de los informativos era de 4,3 puntos y en estos momentos ya se ha recortado a 2,7 puntos. Aún teniendo esos índices de audiencia, Gundín y compañía sigue creyendo que los datos no son culpa de sus informativos y sí de la media que les dejan el resto de programas de la cadena.
José Ramón Díez fue nombrado nuevo director de TVE el pasado mes de octubre en un intento por renovar la cadena. Dos nuevas series de ficción para la sobremesa o el regreso de José Mota son algunos de sus nuevos planes. El estreno de El ministerio del tiempo era su gran producto de la temporada. Pero la cadena no puede hacer nada con su prime time si minutos antes están engañando al espectador minuto a minuto durante casi una hora de tiempo.
TVE trata por estúpidos a sus espectadores a las 15:00 y a las 21:00 horas. Y pretenden que confiemos en ella el resto de horas. No, señor Sánchez. Aquí los únicos tontos son ustedes.