Cada mañana, a partir de las 8, las televisiones se reactivan preocupándose todas por algo en común: las audiencias. A esa hora reciben todas las "notas" del día anterior, los datos que confirman si los programas emitidos han sido un éxito o un fracaso.
Pero esta situación no es así en todo el planeta. Hay lugares en que no hay que esperar al día siguiente para conocer las audiencias, ya que los resultados se conocen a tiempo real, con todas las posibilidades que ello conlleva.
Brasil fue el primer país que probó la audiencia en tiempo real en 1988
IBOPE es la empresa que más ha investigado con este tipo de mediciones. Este sistema comenzó en 1988 en Brasil, aunque se reprodujo posteriormente en otros países como Chile o Argentina. Así, la cadenas pueden saber al minuto la audiencia que están teniendo sus programas.
Mayor presión
Llevar a cabo un sistema de estas características supone un cambio radical en la manera de hacer televisión. Las televisiones tienen pocas posibilidades de cambio cuando van a conocer las audiencias al día siguiente, pero pueden ejercer todo tipo de decisiones a lo largo de la emisión para mejorar sus datos si saben cómo está funcionando.
Las cadenas podrían tener una herramienta mucho más util, pero la denominada "dictadura del share" sería también mucho más dura. La presión que se ejerce en estos casos es muy superior, por lo que tiene tanto pros como contras.
Podría incluso a llevar a los directivos a programar en mayor medida programas en directo que series o enlatados para poder tener una mayor libertad de actuación. E incluso con este tipo de formatos podría haber cambios, ya que se podría tener en cuenta para hacer los cortes de publicidad.
¿Llegará a España?
Este sistema por el momento está implantado en muy pocos países en todo el mundo, pero son muchos los que reclaman su instauración en su propia región. En España, el debate se ha planteado en alguna ocasión dentro de las propias empresas de medición.
En Kantar Media se puso sobre la mesa hace unos años esta posibilidad, asegurando que los cambios tecnológicos que traería la TDT podría posibilitar este paso. Pero no ha sido así y seis años después del apagón analógico las audiencias solo se han adaptado al share social o la medición en diferido, en ningún caso a hacerlo en tiempo real.