“Sexo, peleas y noches de bodas”, con este tipo de titulares se anunciaba el segundo programa de Casados a primera vista. Un titular que parece más de una cadena como Telecinco que de Antena 3. La de San Sebastián lleva años huyendo de este tipo de televisión, un modelo farragoso que no le dio muchas alegrías en el pasado. Antena 3, sin embargo, ha decidido meterse en el barro.
Su nuevo programa de televisión ha demostrado en este segundo capítulo todo lo que una vez rechazó la cadena de Atresmedia: enfrentamientos y morbo fácil en prime time. En estos últimos años, la cadena se había cerrado a un modelo de televisión familiar basado en la ficción y el entretenimiento.
Con Casados a primera vista Antena 3 ha regresado a la televisión que abandonó en 2009, el fin de su televisión más sensacionalista. El éxito de Sálvame en Telecinco marcó el declive de su modelo con la cancelación de DEC o Tal cual lo contamos. La prensa rosa desapareció de Antena 3, que comenzó a fomentar otro tipo de contenidos.
La nueva Antena 3 comenzó a recoger sus frutos en 2012. Su audiencia comenzó a subir décima a décima con una tarde marcada por la ficción y un prime time marcado por el puro entretenimiento. En enero de 2013 la cadena consiguió su primer liderazgo mensual, algo que no alcanzaba desde febrero de 2006. Desde entonces, la cadena ha mantenido un ir y venir de meses muy ajustados que finalmente han ido cayendo en el lado de Telecinco a final de año.
El modelo de Antena 3 es ajustado, y por eso ha decidido abrirse a un nuevo público. Programas como Casados a primera vista les abre a un público más joven y de clase más baja, donde antes no llegaba Antena 3 con todos sus programas y sí Telecinco. Pero parece que la cadena tiene que acostumbrar a su público.