En el mundo de los reality shows es más que habitual escuchar cómo se acusa a un concursante de pasar desapercibido (y entonces se le tacha de ser "un mueble"), mientras que otros tratan de llamar la atención de cualquier manera posible y se dice de ellos que "van de estrellas". Si nos encontramos ante un casting plagado de muebles podríamos aburrirnos, aunque demasiadas estrellas podrían cegarnos. Pues bien, ocurre exactamente lo mismo cuando hablamos de los presentadores, y Supervivientes 2015 es el claro ejemplo de ellos.
El concurso ha comenzado a las mil maravillas: los concursantes están demostrando que han venido a dar juego, las pruebas son infinitamente mejores que años anteriores y la (mala) suerte ha provocado que lleguen noticias desde España que produzcan nuevos contenidos (como la enfermedad de la madre de Carmen Lomana, las pruebas médicas de Carmen Gahona o la filtración del romance gay de Labrador), pero aun así las galas vuelven a pecar de aburridas. Parecen eternas, mal configuradas y carentes de ritmo. ¿Por qué? Seguramente sea una sucesión de varios pequeños fallos, pero me voy a centrar en uno: ¿hace falta el plató?
La presencia de Jorge Javier Vázquez en 'Supervivientes' es excesiva
Jorge Javier Vázquez es un todoterreno, una estrella televisiva que se maneja ante las cámaras como pez en el agua. Sabe cómo lograr que los concursantes den lo mejor (y lo peor) de sí mismos y, en resumidas cuentas, ha logrado hacerse con el cariño del público. No obstante, en Supervivientes su presencia es excesiva.
Las conexiones entre Honduras y España no son fluidas, por eso sorprende que sea él el encargado de dar paso a todos y cada uno de los vídeos, quien tenga que ceder el turno de palabra a Lara Álvarez cuando llegan las pruebas y el responsable de comandar las nominaciones. El programa sería más ágil si todo esto se eliminase y se repartiese el trabajo entre los dos presentadores.
Paula Vázquez y Nuria Roca, el equilibrio perfecto entre presentadores
El presentador estrella está en Madrid, y Telecinco se ha cegado con su presencia. Mientras, el enviado en la isla se presenta como una mera comparsa que trata de hacer su función lo mejor posible (y de momento, Lara Álvarez cumple con creces).
Esto no tiene por qué ser así, ya que otros formatos han demostrado que se puede lograr el equilibrio perfecto entre sus presentadores. En La isla de los famosos era Paula Vázquez quien se encargaba de presentar el concurso desde la isla, mientras que Nuria Roca (Alonso Caparrós en la primera edición) se centraba en aquello que rodeaba a los participantes: hablaba con los familiares, con los expulsados, se hacía eco de la opinión de la audiencia y cosas de ese tipo, todo aquello que poco, o nada, tenía que ver con la aventura propiamente dicha.
El conquistador del Fin del mundo lleva años triunfando en ETB con Julian Iantzi destinado en Argentina como presentador único, aunque se haya creado la figura de El conquis, un debate donde Patxi Alonso se encarga de analizar el programa con un nutrido grupo de colaboradores.
Podría parecer que siempre tiene que tener el protagonismo quien esté en contacto con los concursantes, pero La Voz es un ejemplo de lo contrario. Jesús Vázquez va ganando presencia a medida que el concurso avanza, pasando de mantenerse en un segundo plano durante las audiciones a ciegas a convertirse en un maestro de ceremonias omnipresente en los directos. Por su parte, Tania Llasera llega cuando se la necesita, y se encarga del backstage de forma magistral, hablando con los artistas tras las actuaciones y demostrando que en este programa lo más importante ocurre sobre el escenario.
La isla debe convertirse de nuevo en el plato principal de 'Supervivientes'
Otros formatos han ido más allá. Cuatro ha demostrado que los platós no siempre son necesarios, y sus reality shows sólo cuentan con un presentador encargándose in situ de presentar el programa. Luján Argüelles o Mónica Martínez son una muestra de ello, acompañando a los solteros que buscan el amor sin perderse en debates y charlas con familiares y amigos.
Incluso Top Chef prescindió de plató (además de sus cocinas) en su segunda temporada, pese a que Paula Vázquez había hecho un gran trabajo un año antes como presentadora de El almacén. El concurso culinario ya no tiene ningún tipo de presentador, simplemente el jurado explica a cámara aquellas cosas que es necesario que el público entienda.
Cada programa tiene sus necesidades. Y aunque siempre habrá que agradecer a Jorge Javier Vázquez y Raquel Sánchez Silva que aportasen un aire nuevo a Supervivientes en su edición de 2011, lo cierto es que el programa ahora necesita un nuevo golpe de timón, la acción debe centrarse en la isla, y el plató debe volver a convertirse en un acompañamiento, no en el plato principal.