La expectación era máxima ante el primer ensayo de Edurne en Viena. La puesta en escena y el vestuario eran una incógnita hasta este domingo en el que se han desvelado los secretos guardados hasta el momento. Desde que se conociera que la extriunfita sería la representante española en Eurovisión no ha dejado de apoyar la costura del diseñador José Fuentes, que también firma los looks del videoclip de Amanecer y prácticamente todas las apariciones públicas de Edurne.

Uno de los puntos fuertes de la teatral puesta en escena de Edurne para su actuación en Eurovisión es el cambio, en directo, de vestido. La cancante empieza con uno rojo largo de brilli brilli con manga francesa y una capa con cola de la que tira el bailarín Giusseppe Di Bella para descubrir el otro modelo. Uno verde claro –a juego con el color de sus ojos-, más sexy y con transparencias de infarto (podemos ver su “ropa interior”, por suerte mejor elegida que la de Cristina Pedroche en Nochevieja), de corte asimétrico en el escote y enseñando pierna.

José Fuentes ha sido el diseñador de la carrera eurovisiva de Edurne y se corona con los 2 vestidos de su actuación

También apuesta Jose Fuentes por la pedrería en tonos plateados y combina el vestido con unas sandalias de tacón de estilo romano -con tiras que suben casi hasta la rodilla-. Teniendo en cuenta la fuerza de este diseño, no utiliza nada de joyas y se decanta por un sencillo peinado de melena suelta con leves ondas.

Edurne debe sentirse cómoda como lady in red ya que en el videoclip uno de los vestidos también era rojo y con mucho vuelo. Se echa en falta para Eurovisión que hubieran apostado por ese toque helénico que sí encontramos en los otros dos diseños de Fuentes.

Los vestidos de las anteriores eurovisivas

Ahora que conocemos la elección final de Edurne para el día más importante de su carrera musical, recordamos los últimos vestidos elegidos por las representantes femeninas españolas y vemos cierta tendencia al elegir trajes largos y vaporosos.

El año pasado Ruth Lorenzo cambió de idea a última hora y cambió el Anmargo que le habían diseñado de forma exclusiva (inspirado en el de Marilyn Monroe cuando cantó el Happy Birthday, del diseñador Jean Louis) por uno de la firma Karim Design de corte similar al primero pero con unas aplicaciones que no gustaron demasiado.

En 2013, Raquel del Rosario plantó cara a la mala suerte con un diseño en amarillo. “El vestido es un elaborado diseño de aire bohemio con diferentes capas de gasa de seda. Con la gracia que al caminar se desplazan, dejando ver las piernas. Un vestido muy juvenil y desenfadado que diseñó la propia Raquel del Rosario en colaboración con Yolanda Pérez, diseñadora y directora creativa de YolanCris”, explicaron desde la marca.

En 2012 Pastora Soler confió en uno de sus diseñadores de cabecera, Cañavate. Un vestido verde aguamarina de escote asimétrico y corte helénico, la pena es no haber podido apenas ver su escote en la espalda y los bordados de flores de Francisco Carrera. Muy de diva.

En 2011 Lucía Pérez eligió un vestido corto con falda de pedrería en rosa y naranja y top fucsia asimétrico firmado por dos diseñadoras gallegas Sara Lage y Maru Calderón. La peor elección estilística de España en el festival en los últimos años. O... bueno...

En 2009 otra extriunfita, Soraya Arnelas, subió al escenario su tema La noche es para mí y fue criticada por su look atrevido, transparente, con 10.000 cristales Swarovski y, queramos o no, muy de patinadora. Lo firmaba su amigo, el diseñador Juan Pedro Lopez. En 2011 aún no había olvidado los comentarios negativos y molesta por la buena acogida de la tendencia en otras celebrities escribió en Twitter: "Sí, sí, yo fui una hortera en Eurovision, tres años después Jennifer López saca un modelito muy parecido y el mundo flipa".



Una cosa queda clara tras este repaso, el potencial del diseño de moda español –como el de la industria musical patria- no parece llegar hasta el festival de Eurovisión. Lo complicado es superar el look de la ganadora Salomé y su repercusión en la historia del festival y de la moda. Firmado por uno de nuestros grandes modistos, Pertegaz, el mono que lució en 1969 pesaba 14 kilos y estaba realizado en porcelana con flecos, cerrado de cuello y con las mangas hasta las muñecas, en color azul turquesa y ceñido con un cinturón de raso del mismo color.

Muchos recordarán también la importancia de la elección de Massiel en 1968, pero en este caso no era un vestido español, lo firmaba Courrèges y al parecer fue comprado en París. Un mini vestido blanco con flores rosa, super sesentero, la prenda costó 49.000 pesetas. Pero con él ganó por primera vez para España este festival.

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