'Infiltrados', un buen producto en una cadena equivocada
Infiltrados y Cuatro supone una comunión extraña. Un buen programa en una cadena que tiene buenos programas, pero que quizá en este caso chocan al emitirse en prime time un formato tan "poco generalista".
El esfuerzo de Cuatro por emitir algo así es elogiable, ya que es posible que ellos tuvieran claro desde el principio que no es un programa para arrasar en audiencias. Y quizá el problema está en ser demasiado perfeccionista y huir de críticas que se le hicieron a En tierra hostil como la teatralidad para buscar la emoción.
Aquí es lo que es, la pura y dura realidad en lo que supone más una pieza extensa de un informativo llevada a la franja estelar. No seré yo quien le diga a la gente qué tiene que ver y dónde, pero la estrategia es, cuanto menos, arriesgada.
Aún queda mucho para que la audiencia esté preparada para convertir en masiva una información como los conflictos internacionales
Infiltrados se mete de lleno en la Yihad en esta primera entrega buscando a españoles que están luchando contra el Estado Islámico. Tres periodistas especializados en ello son los que se "infiltran" entre ellos y lo hacen mostrando toda la crudeza que se vive en países como Siria.
La manera en que lo cuentan supone dar luz a un tema en el que hay muchas sombras y que consideramos lejanos. Uno de los aciertos de Infiltrados es precisamente acercar a España una amenaza como la Yihad mostrando que la verdadera realidad no está a miles de kilómetros.
Informativamente, Infiltrados es impecable. En cuanto al entretenimiento, hay más dudas. La escaleta es buena y esta primera entrega no se hace larga en ningún momento, pero adolece del atractivo que debería tener un programa de una cadena generalista en prime time.
Algo así encajaría más en temáticas como Discovery MAX, como un reportaje al estilo de los de David Beriain. O incluso en Cuatro en otra franja menos competitiva. Pero es un tema demasiado complejo para la programación elegida.
Hemos conseguido que la política sea lo suficientemente atractiva como para arrasar en prime time. Pero aún queda mucho para que la audiencia esté preparada para convertir en masiva una información como los conflictos internacionales.