'La calle en un instante', un recorrido por la fotografía callejera en Canal Plus
En el trasiego de la ciudad, en ese ir y venir de gente, suceden cada día miles de cosas, pequeños detalles que pasan desapercibidos para la mayoría de los viandantes, salvo para uno: el fotógrafo de calle.
Detrás de esos instantes, aparentemente insignificantes, suele haber grandes historias de gente anónima que raramente salen a la luz. CanalL+ estrena el próximo domingo 21 de junio (17:15h) en un viaje de ida y vuelta al pasado, el documental La calle en un instante que desvela alguna de esas historias con el testimonio de los propios fotógrafos y sus fotografiados.
En el camino se abordan cuestiones propias de la fotografía de calle actual, inherentes también a la vida contemporánea en general, como el valor de la intimidad en la era digital, el temor a ser fotografiado o el exceso de imágenes al que estamos sometidos.
En todo este recorrido la ciudad siempre está presente y la calle, donde se manifiesta la vida en su estado más puro, se revela como la gran retratada, la musa eterna en cualquier época y lugar.
Unos la llaman “street photography”, otros prefieren decir “fotografía de calle”; algunos huyen de esa etiqueta y otros la reivindican para defender un género fotográfico que vivió su gran auge en los sesenta y setenta y que hoy, gracias las redes sociales y las nuevas tecnologías, vuelve a despuntar con la misma vocación de siempre: fotografiar instantes cotidianos de la vida en la ciudad sin grandes artificios y con una pretensión fundamentalmente estética.
En el documental hablan fotógrafos españoles de tres generaciones distintas (Eugeni Forcano, David Balsells, Ignasi Marroyo, Leopoldo Pomés, Txema Salvans, Oscar Monzón, Juan Manuel Navia, Luis Baylon, Guillermo Cervera, Rafa badía y Luis Camacho) que en algún momento de sus carreras salieron a la calle con la intención de captar algo propio de la humanidad del momento.
Pero también están presentes algunas personas que un buen día descubrieron que esa niña o ese niño que les miraba desde una foto eran ellos mismos, aportando un testimonio enormemente emotivo y humano al relato.