La zancadilla que la reportera Petra Laszlo puso a un refugiado sirio que corría con su hijo en brazos le podría costar aún más caro de lo que ya está siendo. Hasta el momento, ya ha perdido su trabajo en la cadena húngara N1TV, pero ahora podría enfrentarse también incluso a una pena de cárcel.

El Comité Helsinki por los derechos humanos afirma que podría enfrentarse a una pena de entre 1 y 7 años de cárcel por agredir a varias personas de una comunidad, dado que los hechos se han realizado contra un colectivo. Tanto es así que los partidos húngaros Coalición Democrática y Együtt-PM van a ser los encargados de poner la denuncia a Petra Laszlo.

La reportera ha reconocido los hechos pero no ha pedido aún perdón. Todo ocurrió cuando un grupo de refugiados intentó romper un cordón de seguridad en la ciudad húngara de Röszke, en Hungría, cerca de la frontera con Serbia. Allí se encontraba Petra László, quien ni corta ni perezosa decidió poner la pierna para hacer caer a uno de los que intentaba huir de esa reclusión policial.