Se acababan de cumplir las primeras 24 horas del programa cuando Maite ha protagonizado la primera bronca de Gran Hermano. La culpa de todo: el sueño. Eran cerca de las 3 de la mañana cuando la madre de Sofía se cansó de que sus compañeros no se acostasen y las luces siguiesen encendidas. Su cabreo lo ha pagado con su hijo ficticio.
"Le he dicho que bienvenida a Gran Hermano", confesaba Amanda cuando escuchó a Maite cabrearse por el ruido. "Aquí no se viene a dormir", comentaban algunos compañeros entre risas.
En ese momento, Maite acudía al confesionario muy ligera de ropa ante las burlas de sus compañeros y salía de allí con un nuevo discurso. "Chicos, a la cama todos. El súper me ha dicho que mando yo. Aquí se respeta. Hijo mío, apóyame", le decía directamente a Suso, el concursante con el que no mantiene ningún vínculo pero al que tiene que hacer ver como si fuese su hijo.
"Aquí hay una movida muy fuerte y nadie tiene la cara de mandar a la cama a la gente", seguía comentando. "Tú me apoyas hijo, no te acojones", le decía a Suso ante el resto de sus compañeros. Suso, sin embargo, no estaba nada de acuerdo con la actitud de Maite pero tiene que fingir que la apoya. "¿Quieres más a tu padre? Me tienes por loca. Por eso quería entrar contigo a Gran Hermano. Que sepáis que este es mi hijo y está avergonzado de su madre, ese es el secreto.", ha seguido Maite con el teatro. Suso se quedaba perplejo con la reacción de Maite y huía del salón.