¡Por fin ha arrancado Tu cara me suena! El programa se ha echado una buena siesta. Y bien merecida. Antena 3 había hecho trasnochar al formato, había alargado su jornada laboral y hasta les había quitado el descanso para almorzar. Y hasta los mejores formatos terminan desgastándose con este ritmo de vida. Por eso no hay nada como echarse una cabezadita para volver con más ganas.
Tu cara me suena ha regresado por todo lo alto. Desde su primera actuación protagonizada por Roko, Angy y Llum Barrera ha avisado de sus intenciones. El programa producido por Gestmusic ha dado un golpe en la mesa y reivindica su posición como el mejor show televisivo. Un nuevo plató, nuevos concursantes y un jurado renovado. Hay algo que cojea, pero ya habrá tiempo para hablar de los fallos con nombre propio.
El programa de Antena 3 tiene un casting de matrícula de honor, sabiendo estabilizar muy bien la balanza entre los diferentes perfiles que pide un formato así. Hay voces espectaculares, cómicos y rostros con mucha carrera a sus espaldas a los que le ha llegado la hora de renovarse.
Tu cara me suena sabe cuidar los detalles al milímetro. No hay nada que se deje al azar, salvo las interrupciones de los concursantes y el jurado. Un juego que nació desde la primera edición y que, aunque ha pasado por momentos de crisis a lo largo de las tres ediciones anteriores, se echaba de menos este tipo de comedia en televisión.
El programa vuelve a recuperar la segunda pantalla en la que comparar la actuación con sus homónimos originales. ¡Por fin! Y es que Tu cara me suena mini perdió este concepto que es bastante esencial en este tipo de programas de imitaciones. En esta ocasión, la mayoría de actuaciones ha contado con esta pequeña pantalla. Y deberían ser todas las canciones las que cuenten con este elemento.
Un gran acierto aligerar las votaciones. Era la parte más cansada del programa en sus anteriores ediciones por mucho juego que diesen los comentarios del jurado. En esta ocasión han preferido dar las votaciones poniendo en pie al concursante en cuestión y otorgándole los votos en conjunto mostrando sus votos a la vez. Esto le da mucho más ritmo al programa en su fase final y no deja bostezar al espectador.
¿Por qué los viernes?
Se lo han preguntado muchos. Antena 3 se ha arriesgado mucho poniendo el programa que le ha concedido sus mejores audiencias de los últimos años en su noche más débil. ¿Por qué no valorar el riesgo? Antena 3 siempre ha intentado hacer ruido en la noche de los viernes a medio gas. Nunca se lo creyó y, por lo tanto, nunca pudo conseguirlo. Pero Tu cara me suena es un riesgo que hay que valorar.
Antena 3 sabía que si quería tener alguna posibilidad con una cuarta edición de Tu cara me suena, que se quemó después de temporadas muy largas, tenía que sorprender. El talent lo consigue con una cuidada realización, un plató espectacular que recuerda a los grandes formatos de prime time musicales que ya no existen en televisión, y un gran dinamismo en sus actuaciones.
Un jurado descafeinado
Pero en todo cuento de hadas siempre hay una madrastra. Y, en esta ocasión, el mayor error de la cuarta edición de Tu cara me suena tiene nombre propio: Shaila Dúrcal. Mónica Naranjo (que no Marta Sánchez) era un nombre con peso y muy característico del formato. Puede que demasiado. Y es que la hija de Roció Dúrcal no da la talla en este programa.
Tiene bastantes galas por delante para quitarse el corsé que tiene alrededor de la cintura. De no hacerlo, arrastra al resto del equipo. Y si algo tiene Tu cara me suena es el juego de los miembros del jurado con los concursantes.
Pero lo importante es que Tu cara me suena ha logrado volver a reunir todos los ingredientes de un gran show televisivo que cuida y quiere a la televisión. Que se divierte haciendo televisión.