Los concursantes debían no superar el reto que les había puesto la organización de Gran Hermano para pasar su primera prueba. Contextualizado con un barco pirata, los participantes han tenido que recoger monedas, una a una, y hacer un recorrido hasta reunir un total de 1.500 piezas. Al final de la misma, este domingo, había en el baúl sólo 1.498 monedas.
Los concursantes ya estaban desanimados después de una semana en la que se habían echado en cara recoger menos monedas de las que debían. Pero había alguien que tenía una misión: Han. El joven chino tenía un nuevo secreto después de que se revelase que sabía hablar español. Debía robar monedas de la prueba y sólo se superaría la misma si no se llegaba a las 1.500 monedas.
El programa última hora mostró varios vídeos de Han y de su misión, robando monedas mientras el resto de sus compañeros discutían porque faltaban monedas. El botín existe y estaba escondido en algún lugar de la casa. La organización les instó a buscar en un maletín que estaba en el vestidor, donde Han fue guardando las monedas.
Finalmente, el súper se dirigió a los concursantes para comunicarles la resolución de la prueba. “La prueba de esta semana sí esta superada”, les comunicaron, al haber conseguido Han hacer bajar la cifra de monedas por debajo de las 1.500 monedas.