La audiencia no le ha perdonado a Muti su amistad con Suso y sus comentarios machistas. El sevillano se convertía este jueves en el segundo expulsado de Gran Hermano 16 conun 65,2% de los votos.
Una semana más Raquel consiguió librarse de la expulsión. Minutos antes habían vuelto a la casa Sofía, que también había estado nominada la semana anterior; e Ivy, que se enfrentaba por primera vez a la nominación.
De esta forma, Muti se ha mantenido en la casa catorce días ya que no entró hasta cuatro días después del inicio del programa ya que se había presentado como el concursante invisible.
El sevillano podía acceder a una habitación secreta desde la que observar a sus compañeros sin ser visto. Esta habitación debía ser un secreto para el resto de la casa y, si le descubrían, perdería 100.000 euros del premio final.
La hermana de Muti aseguraba en plató minutos después que la audiencia le ha expulsado como castigo a Suso.
Falta de integración
Una vez en plató, Muti confesó que su amistad con Suso era sincera porque "fue el único que le hizo sentirse bien acogido desde el primer momento".
"No sentía yo que me integraran en el grupo", añadió el sevillano, que cree que no influyera el hecho de que sea negro.
El joven confesó que su peor enemigo ha sido Quique. "Encima coge la inmunidad. No se lo merece. Nunca me dio buena espina".