Cuando todo parecía indicar que era imposible la vuelta de Alaska y Mario a la televisión después de que MTV abandonara la TDT en abierto a finales de enero de 2014, la cadena musical nos sorprendía este julio con el anuncio de una cuarta temporada.

Ahora, tras cuatro episodios emitidos, parece que la decisión fue acertada. Según datos de Barlovento Comunicación, el programa ha conseguido promediar un 1,2% de cuota de pantalla y 76.000 espectadores de media en la televisión de pago.

Parece que estáis teniendo muy buenos datos...

Sí. Arrasando.  Y cuando los jefes no se quejan... Yo estoy encantado porque he hecho lo que he querido. Lo veo igual que vosotros, cuando se emite en televisión, y me divierto mucho. Tengo una sensación de autoreafirmación en el sentido de qué guay es mi vida, la gente que me rodea, y qué feliz soy.

Se ve una temporada más relajada...

¡Para nada! Si hemos paseado más que un maricón en una feria. Este año no teníamos una cosa tan importante como una boda, una luna de miel o un cumpleaños. Este temporada han sido unas vacaciones, que se quedaron en no vacaciones. Hemos estado avasayando a nuestros amigos: ir a ver a Elena Benarroch, o a Belén Esteban a Benidorm...

Se nota que habéis disfrutado...

Yo disfruté desde el primer día. Estas cosas las haces por disfrute. Si no, nos la harías. No hubiera hecho una cuarta temporada si no hubiera disfrutado con las tres primeras. Esas cosas se hacen por apetencia: mostrar tu vida, sobreexponerte como dicen todas estas tontas. Lo haces porque disfrutas y no tienes nada que ocultar y te muestras tal y como eres.

¿Tendremos quinta temporada?

Eso lo tiene que decir la cadena. Yo si me viene bien de tiempo y si no me he muerto, por supuesto. Estaría haciendo Alaska y Mario hasta el día que muera. Me encantaría que la última temporada fuera un geriátrico: mi mujer, las amigas. Sería total. Me encantaría hacer una temporada en navidad, pero a veces no se puede porque estamos trabajando. Ojalá haya muchas temporadas de Alaska y Mario porque eso significará que seguimos vivos.

La visita a Belén Esteban

En Alaska y Mario, un nuevo episodio es sinónimo de un nuevo destino y en esta ocasión la pareja visitará a su amiga Belén Esteban en Benidorm. En la “ciudad de los rascacielos” del Levante español, disfrutarán de las cervecitas al sol, se irán de compras a unos chinos y hasta tendrán tiempo para salir por la noche y echarse unos bailes.

La vuelta a Madrid más tarde, no significará la vuelta a la monotonía. Topacio quiere organizar un festival de música… ¡el Topichella! Y, entre los preparativos, está el de gestionar el presupuesto... Para “recaudar” dinero, Alaska, Mario, Topi, Isra, Marta y La Favor, intentarán probar suerte en el Casino de la Gran Vía de Madrid. ¿Ganarán a la ruleta o, por el contrario, tendrán que cancelar el Topichella?

Alaska y Mario han demostrado que cualquier momento con amigos, ¡es un momento divertido! Su íntima amiga Bibiana Fernández organizará una comida tailandesa en su casa y allí, coincidirán con Rossy de Palma y Loles León. Túnicas, bailes en el jardín, ¿qué más pasará?

La Casa Azul no está terminada, así que siguen buscando la decoración más apropiada (¡pinball incluido!), planifican la exposición de las Nancys Rubias en la Fresh Gallery de Topi,  una visita a un centro de acogida de primates con el que colabora Olvido… Todo esto, acompañado siempre de la inconfundible risa de sus protagonistas.