¿Prefiere estar encerrado en una casa y cobrar 1.000 euros a la semana o ser libre y embolsarse 800 euros por dos horas de trabajo? Esto es algo que sólo puede pasar cuando uno es un buen personaje de Gran Hermano. Maite se ha convertido en una primera expulsada muy polémica, lo que ha servido para que los locales se peleen por su presencia.
El precio: 800 euros brutos por bolo. Maite comenzó a llenar su agenda desde el pasado sábado, cuando acudió a su primera discoteca. La ex concursante de Gran Hermano cobra este dinero por estar apenas un par de horas, bailar y hacerse fotos con los clientes del local. En este precio no están incluidos los datos por desplazamiento y alojamiento. Además, la participante del reality debe pagar un 30% de esta cantidad a su agencia de representación, Telegenia, propiedad de Endemol.
La sala InTime de Barcelona ha sido la primera que contó con la presencia de la polémica concursante. Pero Maite ya tiene varias fechas cerradas durante las próximas semanas. Este viernes 9 de octubre ya tiene otra salida en la Sala Buddha de Illescas, en Toledo.
El caché de cada concursante viene determinado por el poder de atracción de cada uno, es decir, por la polémica que haya creado dentro de la casa. Un concursante que haya pasado desapercibido no hará tanta caja ya que las discotecas no se pelean por su presencia y por eso su caché será mucho menor.
Comparado con el caché que se estaba valorando el pasado año con los primeros concursantes que fueron saliendo de la casa, Maite supera con creces a la pasada edición y está cobrando como su hubiese pasado mes y medio en el programa como mínimo. Papirrín, el primer expulsado de Gran Hermano 15 el año pasado, cobraba 600 euros por bolo. Y eso que era hombre, que tienen un caché superior al de las mujeres.
Mayka y Loli, que salieron de la casa de las primeras, sólo consiguieron un caché de 400 euros por bolo. Maite, primera expulsada, ya dobla esa cantidad. Hay que llegar hasta Azahara, que llegó casi hasta el final del programa después de estar 84 días encerrada, para encontrar un caché parecido al de Maite. Esta concursante cobraba 900 euros por bolo. Pero es que no todo el mundo es capaz de subirse a un escenario para cantar la ya famosa “papela del camión”.
Concursantes que ya piensan en los bolos
Como ya publicase Luis Pérez Valiente en este portal, “cualquier estrategia es lícita” en Gran Hermano. Y es que hay algunos concursantes que basan toda su estrategia en el dinero que pueden ganar fuera de la casa gracias a los bolos que en el dinero del maletín. Si uno se planifica una buena estrategia puede llegar a ganar mucho más dinero fuera de la casa que ganando Gran Hermano.
De esta forma han nacido en el programa nuevos perfiles de concursantes que llaman mucho la atención desde el primer momento y aseguran no importale ser expulsados de la casa. Suso, Sofía y Raquel se posiciona este año como los personajes que más cobrarán una vez fuera de la casa. Un caso muy parecido al de Lucía, Omar y Paula el año pasado. Estos tres concursantes cobraban 900, 1.100 y 1.300 euros, respectivamente, tras su paso por la casa de Guadalix de la Sierra.