“Galeros”: con este término se refería Belén Rodríguez, colaboradora de El debate, a aquellas personas que siguen el reality sólo a través de las galas que se emiten los jueves y de los debates que Telecinco emite por su programación. Sin embargo, existe un gran público que sigue el reality a través del 24 horas y no concibe el programa de televisión sin analizar paso a paso a cada uno de los concursantes.
Aunque sólo fue trending topic el primer día por las normas de Twitter, el hashtag #GHDirecto es uno de los más usados todos los días mientras se emite el reality. A través de este sencillo mecanismo, los seguidores más acérrimos del programa pueden comentar entre ellos todo lo que sucede minuto a minuto. Hay vídeos, fotos, conversaciones y mucha opinión sobre lo que sucede dentro de la casa de Guadalix de la Sierra.
Y es que los que sigue el programa sólo a través de las galas se pierden muchos detalles que sólo conocen aquellos que son capaces de comer y cenar delante de una pantalla que se transforma en su ventana hacia la casa. Sólo ellos conocen todos los secretos que se cuenten en el reality y de los que la mayoría de espectadores no son conscientes.
Según los datos registrados en la web de Telecinco (Mitele) y el la aplicación de Gran Hermano, el 24 horas registra más de 7 millones de visitas hasta el pasado 5 de octubre y desde que arrancase el programa. La conexión tiene un promedio de más de 300.000 conexiones diarias.
Encerrados en la habitación
De vez en cuando, la organización del programa necesita entrar en la casa para efectuar arreglos, habilitar nuevas zonas de la casa o preparar una situación especial para las galas de prime time. En ese momento, los concursantes son enviados a una de las habitaciones y deben permanecer encerrados durante un tiempo.
Es en ese momento en el que se producen muchas de las broncas que hemos visto en las últimas semanas. Durante estos encierros, Maite protagonizó numerosos momentos en los que crispó a gran parte de sus compañeros por no dejar de cantar y de gritar. Una situación que sacó de quicio a más de uno y que produjo que estallara la guerra.
¿Cuándo se apagan las luces?
En Gran Hermano no hay interruptores. Los concursantes no pueden apagar las luces de la habitación cuando se van a dormir. Pero tienen muy claro cuándo les dejarán acostarse. La organización sólo apagará las luces cuando todos los concursantes estén acostados y no haya ninguna conversación.
Esto también ha provocado enfrentamientos dentro de la casa. La primera bronca de Maite en la que se enfrentó con toda la casa fue porque, tras irse a dormir, el resto de concursantes seguía hablando en el salón. Con esta situación, la organización decidió no apagar las luces, tal y como explican las normas.
¿Desde dónde hablaba Muti?
Fue el primero en entrar a la casa y, sin embargo, el último del que vimos su cara. Muti era el concursante invisible y, de vez cuando, toda la casa se arremolinaba en el salón por orden de la organización para hablar con su compañeros. Tal y como aseguró el propio concursante en una conversación que no ha sido emitida por el programa, hablaba desde la sala de expulsiones.
Una hora de agua caliente
Los concursantes tienen una hora de agua caliente para ducharse por las mañanas. Una vez arranca el día, el súper les avisa cuándo arranca el cronómetro. El que no se haya duchado en esa hora de tiempo tendrá que sufrir la ira del agua de la sierra en su cuerpo.
El despertador
No hay una hora fija y todo depende de la actividad que hayan realizado la noche anterior. Si ha habido gala o la organización les ha preparado una fiesta, la música y las luces que despiertan a los concursantes suele activarse unos minutos más tarde. Pero, como bien les indicaron al empezar el programa, a la organización no le gusta la gente perezosa. Por eso siempre se levantan entre las 11 y las 12:00 horas de la mañana.
No vemos todo lo que deseamos ver
Ya le gustaría a los seguidores de Gran Hermano poder elegir la cámara que quieren ver. Y es que en los momentos de más tensión del programa, cuando se producen conversaciones interesantes, la organización suele cortar la conexión para guardase material para las galas. De conocerse todo el contenido del 24 horas, y con el impulso que ahora tienen las redes sociales, las galas se quedarían sin apenas secretos que contar y perderían repercusión.
La sala de fumadores
Muchos fuman y, sin embargo, nunca vemos fumar a los concursantes. Desde que prohibiesen emitir imágenes de personas fumando en televisión, la organización creo una sala sin cámaras muy pequeña en la que los concursantes pueden entrar para fumar. Jamás veremos imágenes de esa sala en la que entran apenas dos personas. Sin embargo, si se produce alguna conversación interesante, sí que escucharemos el audio.
Normas básicas de convivencia
No todo el mundo sabe cómo comportarse dentro de Gran Hermano. Por eso la organización del programa les entrega unas normas durante el primer día dentro de la casa que uno de los concursantes leerá en voz alta para todos sus compañeros. En estas normas se habla de la forma de vestir en la casa, no mostrando continuamente demasiada carne, del correcto lenguaje con el que deben expresarse, del respeto a sus compañeros o de las horas de sueño. Desde Gran Hermano les piden que se echen las menos siestas posible, que el programa necesita gente despierta. No olvidemos que esto es un programa de televisión.