La mano de Eyeworks se nota en todo lo que hace. El sello "tróspido" está muy claro en producciones similares como ¿Quién quiere casarse con mi hijo? y Un príncipe para...; y ahora vuelve a verse en Constructor a la fuga, que sigue los mismo patrones que uno de los pilares de este sello audiovisual, Pesadilla en la cocina.

laSexta tiene un nuevo éxito entre manos gracias a la correcta traslación del concepto "rehabilitación" de la cocina a las construccionesConstructor a la fuga bebe en gran medida del programa de Alberto Chicote, algo que, lejos de restarle emoción, le suma entretenimiento.

'Constructor a la fuga' bebe de 'Pesadilla en la cocina', lo que le suma entretenimiento

"Si ha funcionado con la cocina, ¿por qué no probar con la construcción?", debieron pensar los directivos de Atresmedia. Y se pusieron manos a la obra intentando replicar el concepto de un programa que tantas alegrías le ha dado.

Lo primero que debían encontrar era un nuevo Chicote. Antonio Hernández hace las veces de coach en Constructor a la fuga, aunque su carisma queda lejos de igualar al del chef. Para compensarlo, el programa tiene otras dos caras que le apoyan, Manuel Santos y Eugenia Dos Santos, una de las novedades respecto al original.

Otra novedad interesante del nuevo formato es la búsqueda del responsable. Si en Pesadilla en la cocina los causantes eran los propios protagonistas, ahora estos son los principales afectados y el equipo del programa ha de buscar a los culpables del desastre. El momento en que se encuentran con el constructor recuerda más a otros programas como Diario de... o la sección de Gonzo en Caiga quién caigaProteste ya.

El resto bebe de Pesadilla en la cocina casi punto por punto. Desde el descubrimiento inicial del desastre de la obra en cuestión al descubrimiento final de la reforma pasando por el drama personal que viven los afectados. ¿Por qué modificar más un patrón que funciona tal como está?