Es muy complicado mantener una imagen durante tres meses encerrado en una casa y con docenas de cámaras a tu alrededor. Como suelen decir los amantes de los refranes: se pilla antes a un mentiroso que a un cojo. Y si bien ya se vio que Aritz era un cazador furtivo de las redes sociales a pesar de asegurar en su presentación que no usaba ordenador ni móvil, parece que la mentira del vasco va más allá.
Se presentó como el hombre del sombrero, una imagen que le otorgó poderes sobrenaturales desde su llegada a la casa. Su amistad-relación con Han, uno de los concursantes más simpáticos de cara a la galería de la edición, le concedió el beneplácito de la audiencia y pronto se convirtió en uno de los favoritos para ganar el concurso.
Pero, tres meses después, la imagen de Aritz se cae por los cuatro costados. Sólo hay que ver la fiesta que se celebró el pasado martes para observar a un vasco mucho más desenfadado, preocupado por su imagen y dispuesto a romper con todos sus principios para llamar un poco más la atención. Arito sigue siendo Aritz, pero también tiene un lado vanidoso invisible hasta ahora.
La relación con el resto de sus compañeros es lo que ha terminado de perjudicarle de puertas para afuera. Si bien casi nunca ha obtenido puntos en las nominaciones, ahora se ha buscado algunos enemigos fuertes fuera de la casa que podrían dejarle sin el premio final del programa.
El concursante nunca había mostrado un odio de tal manera a algún compañero de la casa
En las últimas nominaciones, Aritz reveló en voz alta que no soportaba el comportamiento de Sofía y la presencia de Ricky, el último en entrar en la casa. Hasta la fecha, el concursante nunca había mostrado un odio de tal manera a algún compañero de la casa.
Pero Aritz ha tropezado consigo mismo. Si bien antes era invisible para los seguidores del resto de concursantes, ahora se ha buscado una gran masa de anti Aritz fuera de Guadalix de la Sierra. Y es que el clan de Sofía y Marta cuenta con una legión de seguidores fuera de la casa. Un grupo bien organizado a la hora de votar que ha entrado en cólera al escuchar cómo el vasco insultaba a su elegida en directo y delante de millones de personas.
El último punto conflictivo de Aritz ha sido su relación con Han. Antes, esta pseudo amistad era recibida de forma simpática y les hacía ganar puntos. Desde que la relación se ha vuelto más intensa por parte de ambos y tras un intenso coqueteo del vasco con el chino que siempre termina el rechazo, los espectadores han terminado por ver a Aritz como un provocador nato que se quiere quitar del medio a la pieza más fuerte del concurso.
Aritz ha tropezado a ciegas ante el desconocimiento. Y es que tres meses encerrado en una casa da para finalmente conocer lo que se esconde detrás del maquillaje, de una máscara e incluso de un sombrero. Un rey que ha terminado rodeado de peones en el tablero de ajedrez y que puede terminar tirando la espada. Jaque.