Bea, Pepe e Inma en la sala de expulsiones de 'Gran Hermano 7'

Bea, Pepe e Inma en la sala de expulsiones de 'Gran Hermano 7'

Televisión

Tipos de nominaciones en 'Gran Hermano' que "molan" más que hacerlo siempre a la cara

29 noviembre, 2015 06:16

¡Ay Gran Hermano! Ese concurso que pide a sus concursantes ser estrategas mientras se jacta de dar la vuelta cada semana para complicar que los planes se lleven a cabo. Llamadme vago, pero si estoy en la casa y cada vez que pacto las nominaciones me cambian la mecánica, dejaría de hacerlo. Ya no es cuestión de ser estratega o no, simplemente es que no se puede ser estratega si no se conocen las reglas del juego.

A Mercedes Milá le encanta recrearse a la hora de anunciar un nuevo giro del formato, pero en el tema de las nominaciones lo cierto es que lo que nos están mostrando son viejos giros del formato. Diré algo que todos pensamos: dejad de anunciar las nominaciones a la cara como la panacea porque no son novedosas, ya no sorprenden a los concursantes y han comenzado a aburrir a la audiencia.

Confío en que el programa lo puede hacer mucho mejor, y lo sé porque vi cómo lo hacía en el pasado, cómo ha ido evolucionando poco a poco. Echar la vista atrás nos demuestra que las verdaderas sorpresas llegaron cuando se cambió aquello que se daba por sentado, aunque fuese una ligerísima modificación.

Dos nombres y dos razones... solo en GH1

Cuando en la primera gala de nominaciones de Gran Hermano 2 pidieron a los concursantes que dieran tres nombres (y no dos como un año antes) todo cambió dentro de la casa, pero también entre el público. Hubo muchísimas quejas: la gente decía que el programa buscaba crear mal rollo en la casa o complicar estrategias y que no se repitiese el pacto para estar todos nominados. Sólo con pedir un nombre más todo se puso patas arriba: sencillo pero efectivo.

En esa misma edición, y cuando sólo quedaban cinco concursantes en la casa, se puso en marcha algo nunca visto y que ahora es todo un clásico. Las primeras nominaciones en positivo del formato tuvieron lugar, y a todos nos pilló con el pie cambiado descubrir que era igual de importante contar con amigos que la falta de enemigos.

Estos dos ejemplos sólo dejan clara una cosa: Hace años éramos muy inocentes y cualquier detalle nos parecía el sumun de la creatividad. Evidentemente, a medida que el tiempo pasaba era más complicado pillar a los concursantes desprevenidos. En Gran Hermano 4 el ganador de la prueba podía restar una nominación a un compañero; poder que también estuvo presente un año más tarde, al tiempo que se ponía en marcha el sistema de votación con tres, dos y un punto. En la sexta temporada no se restaban nominaciones, el patrón directamente salvaba a un candidato a la expulsión. Estos cambios afectaban a toda la temporada, no a galas sueltas.

Tu mayor enemigo, a salvo durante una ronda de nominaciones en GH7

Sin embargo, durante las primeras semanas de la séptima temporada comenzaron los cambios puntuales. En la segunda gala les pidieron cuatro nombres, pero luego resultó ser falso y los cuatro puntos carecían de valor. Una semana más tarde sólo nominarían aquellos que llegasen al confesionario en un tiempo determinado, algo que encajaba a la perfección con la prueba semanal, en la que debían adivinar la hora con diferentes aparatos.

El plan de Pepe Herrero para nominar tuvo éxito porque 'GH' no puso en marcha ninguna novedad que lo desbaratara

Parece increíble que la temporada en la que se implementaron estos cambios fuese la de Pepe Herrero y su nominator, para muchos el salvador del concurso y para otros el culpable de terminar con la estrategia definitivamente. Su plan tuvo éxito porque el programa no puso en marcha ninguna novedad a partir de la cuarta nominación. Si se hubiese nominado a la cara o en positivo o vete tú a saber cómo, el gran estratega de Gran Hermano habría tenido que arrojar su gran invento al cubo de la basura.

No obstante, la semilla que se plantó en aquel momento dio sus frutos en Gran Hermano 9. El concurso cambió, literalmente, en cada gala: Una semana se nominó en positivo, otra cada concursante nominó de un modo por culpa del azar, en una ocasión sólo nominaron los habitantes de la sala secreta y un día los tres puntos no eran contabilizados.

'GH' puso en marcha más mecánicas en su novena edición que en todas las ediciones anteriores juntas

La caja de Pandora se había abierto y a partir de ese momento se instauró el "todo vale". Las formas de nominar que hemos visto desde entonces han sido innumerables. El programa puso en marcha más mecánicas en Gran Hermano 9, que en todas las ediciones anteriores juntas, pero la cosa no acabó ahí.

Una fórmula muy curiosa (y estratégica) se llevó a cabo en la décima edición. Cada concursante podía anular las nominaciones de un compañero en secreto, al final de la noche, sólo se tenían en cuenta los votos que no habían sido anulados por nadie.

Para la expulsión de Nagore, la casa tuvo que llegar a un consenso sobre qué tres compañeros subían a la palestra

La expulsión de Nagore Robles tuvo lugar tras un giro realmente sorprendente. Nadie visitó el confesionario para votar, sino que la casa tuvo que llegar a un consenso para subir a tres compañeros a la palestra. Este cambió gustó y se convirtió en parte fundamental de Gran Hermano 12, edición con dos casas en la que una de ellas nominaba así mientras la otra continuaba con los habituales tres, dos y uno.

Y con las vueltas al formato, llegan las locuras. En Gran Hermano 12+1 los familiares de los concursantes fueron los encargados de dar el nombre de los nominados de cara a la undécima expulsión cuando visitaron la casa. Algo que se ha repetido en años posteriores.

Incluso el público ha tenido el poder de nominar a través de una App, siendo Sonia Walls la gran perjudicada de un giro del formato que fue visto por muchos como tremendamente injusto. Gran Hermano 14  puso en juego hasta uno de sus principios fundamentales: El público tiene la última palabra, pero son los concursantes los que nominan.

La decimoquinta edición existió gracias a las nominaciones en pareja, un cambio que, al igual que en los primeros años del concurso, afectaba a toda la temporada y permitía que los concursantes planeasen sus movimientos, pues todas las semanas la mecánica fue calcada.

La historia del programa lo deja claro: Han tenido ideas que pueden cambiar el rumbo de la casa de la noche a la mañana. La mayoría de ellas han sido más justas para los concursantes que las enésimas nominaciones a la cara que caracterizan Gran Hermano 16; han sido más espectaculares que éstas y mucho más novedosas, creativas e inesperadas.