¿Qué hace diferente al "debate decisivo" de Atresmedia de los demás?
El próximo lunes, la política y la televisión darán, de la mano, un paso adelante en la historia de España. Antena 3 y laSexta emitirán un debate a cuatro inédito en España entre los partidos con más opciones de llegar al Gobierno en las próximas elecciones generales.
Tres de ellos estarán representados por sus candidatos a Presidente: Pablo Iglesias por Podemos, Pedro Sánchez por el PSOE y Albert Rivera por Ciudadanos. La única pega que tendrá este formato será la ausencia de Mariano Rajoy, ya que en su lugar acudirá su número 2, Soraya Sáenz de Santamaría.
Esta será una de las principales novedades respecto a otros formatos. Nunca las principales espadas de los partidos con más opciones a ganar se habían enfrentado en un debate a cuatro. Tan solo lo habían hecho cara a cara entre dos Felipe González y José María Aznar; y Mariano Rajoy primero con José Luis Rodríguez Zapatero y más tarde con Alfredo Pérez Rubalcaba.
Dos moderadores por primera vez
Pero los cambios respecto a otros debates del pasado o incluso de la presente campaña no quedan ahí. Por primera vez serán dos los moderadores del formato. Tras ver en solitario a Manuel Campo Vidal, Luis Mariñas, Olga Viza y más recientemente Carlos de Vega en el encuentro organizado por El País a tres con el atril vacío del PP.
Ana Pastor y Vicente Vallés pudieron trabajar juntos en TVE durante la cobertura de las elecciones de Estados Unids en 2008
Ahora, Ana Pastor y Vicente Vallés toman el testigo representando cada uno de ellos a su cadena, laSexta y Antena 3 respectivamente. No será la primera vez que trabajen juntos, ya que durante la anterior etapa de ambos en TVE pudieron cubrir juntos las elecciones de 2008 de Estados Unidos que llevaron a Barack Obama a la Casa Blanca.
Las condiciones, impuestas por Atresmedia en lugar de por los partidos
En anteriores ocasiones, las condiciones habían sido siempre impuestas por los partidos políticos. Ahora las reglas, o la casi ausencia de ellas, las ha propuesto Atresmedia y los representantes de los candidatos han aceptado en todo momento.
Esas reglas serán pocas, ya que aspiran a que sea un debate abierto y flexible y no tan encorsetado como en otras ocasiones. Tan solo se ha preparado una estructura general para que los debatientes sepan a qué atenterse. Esto consistirá en una pregunta inicial a cada uno de ellos a la que seguirán dos grandes bloques temáticos: política y reformas institucionales. Finalmente, harán una última pregunta y los candidatos podrán despedirse con un breve discurso de un minuto para convencer a sus potenciales electores.
Las reglas las ha propuesto Atresmedia y los partidos políticos han aceptado a ciegas
Durante esos bloques temáticos será cuando más se pueda ver esa ausencia de corsés. Serán los criterios periodísticos los que guíen por donde transcurre el debate y no políticos como hasta ahora. Los moderadores preguntarán a quien consideren e incentivarán que dialoguen entre ellos.
Habrá también algunas restricciones para que no haya interferencias ni ayudas. En ningún momento podrán tener móviles a mano ni tendrán siquiera atril o mesa tras los que esconderse. Tan solo dispondrán de un pequeño mueble accesorio sobre el que colocar sus apuntes y un vaso con agua y un taburete que utilizarán en caso de que así lo decidan. El lenguaje no verbal será muy importante.
El lenguaje no verbal será muy importante ante la ausencia de un atril
Además, a diferencia de los cara a cara ya conocidos previamente, en esta ocasión habrá público presente en plató. 300 personas han sido invitadas y, aunque no podrán intervenir, podrán conocer de primera mano todo lo que ocurra a pocos metros de ellos.
El tiempo solo se medirá para que no haya grandes desequilibros
Otra diferencia esencial serán los tiempos establecidos. No habrá un cronómetro que haga que cada respuesta no pueda pasarse ni un solo segundo de lo establecido, sino que se debatirá sin límites y con la posibilidad de interrumpirse entre quien lo desee, generando así un auténtico debate.
Sin embargo, el tiempo sí se medirá para que no haya grandes desequilibrios. Desde una denominada "sala del tiempo", Esther Vaquero medirá junto a cuatro periodistas de la casa la duración de cada una de las respuestas. Esta información será trasladada a los presentadores durante todo momento para que ellos sepan si alguno de los candidatos ha hablado más o menos e intentar compensarlo dirigiéndole nuevas preguntas a él o a sus contrincantes.
También el público podrá conocer lo que ocurre en esa sala en dos ocasiones. Antes de las dos publicidades de seis minutos cada una que habrá en el "debate decisivo", Esther Vaquero conectará para dar a conocer sus mediciones.