Leave Terelu alone! Reivindiquemos su papel en la historia de la TV
Lo de Terelu es como de historia lúgubre de fanzine antiguo. Como vivir atrapada en un telefilme. Como ir a mear y no echar gota, vamos… Todos contra ella… ¡todos contra el fuego! Mira que de casta le viene al galgo, a la galga en este caso. Lo tiene todo para triunfar: un apellido de abolengo catódico, un verbo fácil… Una permanente que para sí quisieran las damas más nobles de los rastrillos benéficos. Terelu, ¿qué tiene el mundo contra ella?
Que si es una soberbia, que si ha ganado peso… que si es que está dolida porque en Sálvame no cuentan con ella nada más que para criticarla. ¡Ya basta! ¿Es que nadie va a decir que esta mujer es una presentadora de los pies a la cabeza? Sí, ya sé que a muchas de vosotras, amigas lectoras, no os gusta que lleve unas cuantas semanas hablando bien de la gente. No os confiéis mucho, que me guardo el veneno. Que yo soy muy rumbosa y el mejor día me vuelvo a liar la manta a la cabeza.
Terelu ha presentado uno de los mejores magazines de la historia de la televisión
A lo que iba: Terelu ha presentado uno de los mejores magazines de la historia de la televisión. Con T de tarde era arte. ARTE con mayúsculas. Claro que aquello fue cuando Telemadrid aún tenía pulso. Antes de entrar en el coma “inducido” en el que lleva ya demasiado tiempo. Allí, Terelu, estaba como Pedro por su casa. Tan pronto te entrevistaba a Rocío Dúrcal que se ponía a hablar del artisteo patrio en plan “corrillo de mesa camilla”. ¡Qué programa! Allí se sentaron Isabel Pantoja, Lina Morgan, Mónica Naranjo, las Azúcar Moreno, Shakira, Camela… Rosa de España (antes de adelgazar). ¡Eso era un directo… eso era TELEVISIÓN!
¿Por qué la gente de la tele se complica tanto la vida para hacer las parrillas? Señores directivos, la cosa está clara: por la mañana un buen talk show con Alicia Senovilla o Consuelo Berlanga. Luego las noticias con Pilar Galán y, de seguido, un buen culebrón venezolano. ¿No queremos mamasitas en apuros? Pues nada, se programa un buen biopic de alguna artista recientemente fallecida (o casi, que también nos vale) y calentamos el ambiente hasta el comienzo del programa estrella: sí, (sois muy listas todas) Con T de Tarde. Aquí echamos el resto.
Después algo de deporte pero en plan alternativo: campeonato de dardos o de búmeran. Tiro al pichón, lo que sea… Tras este dispendio en derechos televisivos, otra vez las noticias pero repitiendo las piezas del mediodía, nada de hacer nuevas. Todo bien caducadito, añejo… Esto lo presenta Carlos García Hirschfeld, que luego los sábados nos puede hacer también los vídeos esos de trenes que se estrellan y señoras que se dejan la cadera en las calles más inverosímiles de los pueblos de España. Entre que pronuncia su nombre la voz en off hemos llegado a la información meteorológica con Paco Montesdeoca.
¡Brava!
Por la noche, pues ya el recopetín: un programa de sucesos con Mon Santiso. Uno de esos de asesinatos y cuerpos semi-enterrados en la oscuridad de la noche… para cagarse viva antes de meterse en la cama y ver a Esperanza Gracia ya en la tele de la habitación. Luego unos minutos musicales con actuaciones grabadas de las galas de nochevieja y los programas de verano de Andoni Ferreño y ¡ZAS!... La mirada Crítica, con María Teresa Campos, nada de Vicente Vallés. Luego ya enlazamos con Senovilla. Así de lunes a domingo, a ver cuánto aguanta el cuerpo. Fin de la cita.
Terelu nos ha dado, en definitiva, grandes momentos dentro y fuera del plató. Que se lo digan Pipi Estrada tras aquella noche legendaria del PIM-PAM discotequero. ¿Pero recuerda alguien un momento más sensual? Para la que no se acuerde: aquel vídeo era una mezcla entre varias escenas de El Hombre y la Tierra y Mujeres y Hombres y viceversa (#MYHYV, para las del Twitter). Todo mucho de sudor y luego lágrimas, queridas… que anda que no lloró Terelu después de aquello. Lloró platós y platós. Portada tras portada…
Reivindico el papel de Terelu en la historia de nuestra televisión. Vendrán Patiños y Jorgejavieres. Nacerán Pedroches y arreciará el látigo de Anapastores… Nada, sin embargo, será de la categoría de la hijísima de Campos. ¡Brava Terelu!