TVE emitió este miércoles el "debate a nueve" entre las seis formaciones con grupo propio en el Congreso (con CiU dividida en Democràcia i Llibertad y Unió) junto a Podemos y Ciudadanos. Y, aunque fue la Junta electoral la que obligó a adelantar el horario al prime time en lugar de al late night donde estaba relegado, el resultado final fue muy positivo.

En la franja estelar de la pública y con la mayor pluralidad vista en un debate durante esta campaña, TVE consiguió un debate mucho menos encorsetado de lo que se esperaba. Los contertulios tuvieron el tiempo medido al milímetro, pero pudieron interrumpirse sin problemas para aclarar, y Julio Somoano dio pie a las contestaciones cuando hubo mención.

Precisamente el papel del antiguo jefe de informativos de TVE fue una de las sorpresas más significativas. Somoano fue un buen moderador, estuvo atento al mensaje de todas las fuerzas políticas y dio la oportunidad de defender las posturas aludidas por los mensajes de los oponentes.

Tan solo hubo una pega: los cortes de audio durante el debate cuando se hablaba del caso Bárcenas. Casualidad o no, el debate tuvo fallos técnicos o manipulación en uno de los puntos más importantes y más peliagudos para el Partido Popular.

Aunque todavía queda mucho camino por andar en este sentido, este encuentro a nueve ha demostrado que se puede conseguir una TVE plural. Las normas tienen que flexibilizarse e ir más hacia el debate que el lunes organizó Atresmedia, pero probablemente, y como ha ocurrido en otras ocasiones, este debate plural será mucho más acertado que el que nos espera el próximo lunes entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez.