GH VIP ha abierto sus puertas. Todavía no nos hemos olvidado del culebrón entre Han y Artiz cuando nos han colado a otros 15 nuevos nombres dentro de la casa más famosa de la televisión. ¿Lo echábamos de menos? ¿Suficiente? La tercera (primera) edición de GH VIP que se estrenó el año pasado sorprendía y respondía a las ansias y las peticiones de los espectadores. Ahora ya nada es sorprendente. Al menos, la primera impresión.
Gran Hermano es técnicamente un formato redondo. Aunque muchos tachen al programa estrella de Telecinco como la mayor basura de la televisión, hay que analizarlo profundamente para darse cuenta de que es puro espectáculo y da lecciones constantes del saber hacer audiovisual.
Ahora los españoles ya no tenemos políticos y entrenadores de fútbol dentro. Ahora también tenemos directores de casting. El elenco de cada año es algo menospreciado y alabado a la par. Nuevos nombres, nuevas relaciones y, lo que todos esperan, nuevas discusiones.
Zeppelin ha creado un casting redondo que, sin embargo, no brilla en su primera gala. Estos 15 nuevos nombres están pensados a largo plazo, algo que han aprendido de la anterior edición de anónimos de Gran Hermano. Mucha fuerza en la primera gala y las primeras semanas que se fueron desinflando según pasaba el tiempo. Aquí no van a caer en esta trampa y todo está pensado para la resistencia.
Es difícil competir con un casting que incluía a Belén Esteban y Kiko Rivera
Como en todo, tendemos a la comparación. Y es difícil competir con un casting que incluía a Belén Esteban y Kiko Rivera, los grandes reclamos que sólo un programa como Gran Hermano puede conseguir bajo un mismo techo, o Ylenia, creadora constante de vídeos. El nombre de choque este año es el pequeño Nicolás. Para un hombre que cuida tanto su imagen no sé cómo se quiere deshacer de un nombre hecho por y para el marketing como este.
Si algo tiene de bueno GH VIP son los vídeos de presentación de los concursantes. Han aprendido a hacer 15 pequeñas obras de arte audiovisuales. Son lo más atractivo de una primera gala que quedó algo desinflada con el paso de los minutos. Otra vez se nos venía a la cabeza lo difícil que es competir con una pasada edición casi perfecta de principio a fin.
Tal vez es que no ha pasado mucho tiempo desde que cerrase la edición 16 de Gran Hermano. Y ya son ediciones. O tal vez es que el hecho de que repitan de forma calcada la decoración de la pasada edición suena repetitivo. No había sorpresas y no había secretos. Todo estaba descubierto y a los espectadores ya nos gusta que nos engañen y jueguen con nosotros. Que nos la cuelen. Con los 15 nombres ya en las redes sociales desde hace semanas, GH VIP no nos ha deparado nada sorprendente. La conclusión: las comparaciones son odiosas.
La conclusión: las comparaciones son odiosas
El montaje de la gala: bien pensado pero mal ejecutado. El hecho de montar un photocall en pleno Telecinco era una buena idea que no lució en televisión. La presentación de personajes se hizo larga. Y un Jordi González con el ego bastante subido ayudó a que la gala se nos atragantase de vez en cuando.
Lo que no cabe ninguna duda cada vez que cierra o abre una edición de telerrealidad en Telecinco es que nadie como esta cadena sabe hacer espectáculo. Ahora llega el turno de los 24 horas, de los vines, los GIFs, las declaraciones desafortunadas y fortuitas, de las subidas de todo. Ahora llega el turno de negar que uno ve Gran Hermano, pero todo el mundo sabe que aquí se nomina con 3, 2 y 1 punto.