Pablo Motos vivió este lunes la entrega más dura de El Hormiguero a la que se ha enfrentado. El presentador se puso ante las cámaras pocas horas después del fallecimiento de su padre y pudo vérsele emocionado ante Alejandro Sanz, el invitado de esta entrega.
"Sé que ha sido un día duro", le decía en directo el cantante antes de despedir el programa. "El jefe estará orgulloso", afirmaba mirando al cielo antes de darle a Motos un caluroso abrazo de consuelo.