Al igual que el Pato Donald, Espinete lucía en todo momento sus púas al viento... menos cuando se iba a dormir, que lo hacia con pijama de franela a rayas y gorrito. Hoy, en nuestro viaje por el túnel catódico del tiempo, vamos a recordar a este simpático erizo cuando se cumplen 33 de su primera aparición en las 625 líneas de aquella TVE de 1983... y aunque la obra de Eduardo Aldán se titule Espinete no existe, este simpático erizo de color rosa se encuentra en un lugar mullido de nuestra memoria.
Aunque a mí me pilló ya adulta, siempre me pareció un personaje simpático y despertaba ternura con esa vocecilla entre tímida y mimosa que le daba la gran Chelo Vivares. Era grande, medía cerca del metro ochenta, lo que hacía que los niños y el resto de personajes que le acompañaban -salvo Don Pimpón- parecieran más pequeños.
Precisamente entre uno de esos niños que acudían al cole con él o jugaban en el parque cercano, se encontraba la pequeña Ruth que con los años se convirtió en Ruth Gabriel (Goya a la mejor actriz revelación por Días contados o en la serie Bandolera).
Los cuentos de Espinete
Nuestro protagonista aparecía en pequeñas historias en la versión española de Barrio Sésamo. Cada una de sus historias era como un cuento con moraleja incluida con el que los más pequeños de la casa aprendían a respetar, ayudar, compartir y aprender. Eran sencillos guiones que tenían a los más pequeños atentos frente a la pantalla.
Vivía en una casita de color verde y le encantaban los bocadillos de chorizo y hacer dibujos con sus lápices de colores. Recuerdo un episodio en que contaba su primer día de cole, sencillamente encantador.
¡Cuánto se echa de menos hoy en día programas como Barrio Sésamo!
¡Cuánto se echa de menos hoy en día programas como éste! Hay quién los tacha de ingenuos pero sus moralejas y sus historias permitían que los niños fueran solo eso, niños, y disfrutaran de su infancia. Hoy en día son pocos los programas infantiles que tratan a los niños como lo que son y la mayoría pasan de Peppa Pig a Violetta por poner solo un ejemplo.
El reemplazo de la Gallina Caponata
Espinete fue el reemplazo de la Gallina Caponata, a quién se encargaba de prestarle su voz Emma Cohen, y sus historias se intercalaban con los sketches de Epi, Blas, Coco, Elmo y el resto de entrañables personajes de Barrio Sésamo.
Nuestro sonrosado protagonista es una creación de Kermit Love (sí, como la Rana Gustavo en inglés) al que TVE le encargó la creación de un personaje. Querían un animal que tuviera relación con la fauna española: un águila, un oso o un conejo... lo que sucedió es que el artista se encontraba sobrecargado de trabajo, ya que cada país que emitía el programa le pedía algo especial.
Justo cuando desde TVE hacían su solicitud ocurría todo los contrario con Israel. Estos últimos habían rechazado un muñeco con forma de erizo, y este acabó caminando con sus enormes “patotas” por los pasillos de Prado del Rey y haciendo las delicias de los más pequeños con sus a veces disparatadas ocurrencias.
TP de Oro para Chelo Vivares
Tanta fama acaparó el personaje que, gracias a él, Chelo Vivares llegó a recibir un Premio TP de Oro en el año 1984. La actriz estaba casada desde 1979 con Juan Ramón Sánchez, el actor que daba vida a a Chema.
Chelo Vivares estaba casada en la vida real con Juan Ramón Sánchez, el mítico Chema
Junto a Don Pimpón (Alfonso Vallejo), que contaba enorme trolas como la de cazar un león con chicle, y los niños, también estaba el entrañable Chema, el panadero siempre presto a ayudar a Espinete en lo que este necesitaba, como hacerle con piezas de deshecho un enorme despertador para que a nuestro protagonista no se le pegarán la sábanas por la mañana. O Julián (José Riesgo) el vendedor de chuches y golosinas.
Además estaban Ana y la familia de Ruth, que con sus historias se colaron en los hogares de millones de niños: José Enrique Camacho interpretó a Antonio, marido de Matilde (Mari Luz Oller) y ejemplar padre de Ruth (Ruth Gabriel) y Roberto (Roberto Mayor). Con el tiempo hubo otros personajes como la amiga Hippie de Espinete interpretado por Cristina Higueras o Ana (Isabel Castro), una de las mejores amigas de los niños.
Las aventuras y travesuras de este singular personaje y sus amigos estuvo en antena hasta 1987, fecha en que los directivos de TVE decidieron dar un vuelco a la programación infantil. Volviendo la vista hacia atrás, al margen de sus sencillas historias, de los entrañables personajes hay algo que me encantaba: ver a los niños disfrutar saltando a la comba, jugando al truque o a las canicas en la calle sin miedo ni temores. Ese es y será siempre el espíritu de Barrio Sésamo.