Cuéntame cómo pasó llega a su capítulo 300, algo que tan solo 20 series semanales a lo largo y ancho del planeta han logrado. Además, lo hace celebrando algo que quizá hace un año no podría imaginarse: el regreso de su hija pródiga.
Tras la polémica salida de Pilar Punzano, la productora Ganga y TVE decidieron llamar de nuevo a la actriz original para evitar que una tercera intérprete tomara las riendas de Inés. Así, Irene Visedo regresó a la serie que tanto le dio, algo que jamás pensó que ocurriría.
Esta vuelta, además, la ha hecho muy consciente de ello y no quiere volver a dejarles sin Inés. El compromiso que ha adquirido con Miguel Ángel Bernardeau, productor ejecutivo de la serie, es llegar hasta el final con la mayor de los Alcántara y, si surgen otros proyectos que puedan entorpecer, negociará disminuir su participación en lugar de su abandono. Hablamos con ella.
En el capítulo 200 no estuviste. ¿Imaginaste en algún momento que estarías en el 300?
Para nada. La vuelta para mí fue totalmente sorpresa, no contaba con ello en absoluto. Me siento muy agradecida. Está siendo una gran oportunidad y la quiero aprovechar bien. Es una gran serie donde seguir creciendo. Empiezo a sentir que vuelvo a crecer como actriz. Trabajar con tanta constancia es una grandísima experiencia.
Dejaste a una Irene y te has encontrado a otra...
Los primeros capítulos no estaban adaptados a mí. Estaban escritos y los tuve que hacer y poco a poco los guionistas han ido adaptando los guiones a mí. Lo estamos viviendo todos con mucha naturalidad. He estado muchos años haciendo este personaje. Al principio tenía que hacerme a los zapatos. Ahora noto que voy recordando todo. Ya estoy otra vez en harina.
¿Es la misma Inés entonces para ti?
Para mí es la misma Inés. Pero también me parece que es la misma que construyó Pilar. Cada actriz tiene su personalidad y claro, son diferentes formas de interpretar. Pero la esencia es la misma. Mi Inés también habría pasado por el mundo de las drogas. Los grandes acontecimientos del personaje son los que son, independientemente de quien los interprete.
La polémica con mi regreso fue incómoda por el respeto que tengo a Pilar Punzano
¿Cómo ves toda la polémica que se armó ahora ya con perspectiva?
La polémica va pasando. Fue un momento incómodo para mí por el respeto que tengo a Pilar y porque parecía que entre ella y yo tenía que haber una competencia. Es todo mucho más banal. Al final es un trabajo, y si no lo hubiera hecho yo lo hubiera hecho otra. Ante el planteamiento de coger a una tercera actriz, vieron en qué estaba yo. Coger a una tercera Inés Alcántara no era lo más oportuno para la serie.
Cuando te fuiste de la serie fue un poco después de una boda y ahora es poco antes de otra...
Ya te digo. La trama final de Inés esta temporada es potente. Es un personaje que funciona con los conflictos. Funciona en la felicidad, pero tiende al desequilibrio. Como actriz, es importante no ir en su contra. Si tratas de justificarla, vas mal. Es una mujer complicada.
Justo has vuelto cuando se ha ido Pablo Rivero...
Cuando me plantearon la vuelta, ya se sabía que Pablo se iba. Se me planteó lo que ocurría y vi que era un buen momento.
¿Cómo ha sido volver y tener ya a tu hijo crecido?
No me ha planteado ningún conflicto. Javi [Lorenzo] es súper limpio y muy lindo conmigo. El tema de los niños está complicado porque solo pueden rodar 4 horas. Al final se los tienen que quitar. Siempre tienes que decir: "voy a llevar a mi hijo al dentista" o algo asi porque no da.
¿Compaginarás con algún otro proyecto hasta que volváis a grabar en septiembre?
Ahora estoy compaginando con el mindfulness. Es un proyecto que está creciendo mucho. Es algo que no quiero dejar de hacer. Tengo apalabrado un segundo libro y me pondré a escribirlo pronto.
¿Era un plan b a la interpretación?
Fue una necesidad muy grande. Era permitirme realmente sacar otra faceta y una gran vocación que tengo. No lo veo como plan b sino que me gustaría que los dos fueran planes a. Pero me lleva más tiempo del que hubiera imaginado. El otro día me levanté a las 4 porque a las 6:30 tenía una sesión de mindfulness y a las 7:50 me recogían allí para ir a Cuéntame hasta las 23:45. Pero estoy con muchas ganas de compaginar.
Sí me he planteado en algunos momentos hacer algo que tenga que ver solo conmigo, ser mi propia jefa, la que lo produce y la que si no mueve el culo las cosas no salen adelante.
¿Este regreso a Cuéntame va a ser definitivo? ¿Te ves llegando con Inés hasta el final de la serie?
Me gustaría que así fuese. Me he comprometido y creo que realmente la vida me ha dado dos veces el mismo regalo. Me gustaría saberlo valorar y apreciar y no bajarme del barco otra vez. En su momento lo dejé porque estuve 7 años, que era una barbaridad. Quería hacer otras cosas y lo dejé en un momento personal de cierto agotamiento por esa desorganización mía en muchos aspectos. Necesitaba parar y darme un tiempo.
¿No temes que eso pueda pasarte ahora también?
No. Cada vez me tengo menos miedo a mí misma. Si me pasa, el hecho de tener que irme de Cuéntame será para irme a otro trabajo que Miguel Ángel Bernardeau me permita hacer. Negociaríamos que en esa temporada salga en algunos capítulos menos, pero no será por bajarme del barco.
Ha sido una reconciliación contigo y con Inés...
Sí, yo creo que sí.
¿Qué final deseas para ella?
Que sea como es ella, pero feliz. Que se enfoque en todo lo que va bien en su vida y funciona.