Crítica 'Top Dance': La versión de Antena 3 de 'La Voz' con bailarines

Crítica 'Top Dance': La versión de Antena 3 de 'La Voz' con bailarines

Televisión

Crítica 'Top Dance': La versión de Antena 3 de 'La Voz' con bailarines

6 abril, 2016 11:24

Si algo funciona, habrá que replicarlo de alguna forma. Telecinco tiene los grandes formatos de entretenimiento internacional en sus manos y Antena 3 quiere estar a la altura. Por eso han querido equilibrar fuerzas creando La Voz en la técnica del baile. Con la misma productora a sus espaldas, Top Dance se perfila como un claro intento de Atresmedia por pilar el acelerador en el mundo del talent show anónimo.

El nuevo programa de baile de Antena 3 cuenta con las mismas características que el formato de cantantes de Telecinco. Si bien sólo se ha emitido una fase de casting sin convivencia, las primeras galas recuerdan mucho a las audiciones a ciegas de la competencia. El mismo tiro de cámara a la hora de hacer las entrevistas a los concursantes, mismo filtro y el mismo guión.

Top Dance, al igual que su semejante, tira de historias dramáticas. Tira de planos familiares mirando y analizando la decisión del público. Y tira de la lágrima fácil para que el espectador conecte con el concursante al que terminará votando. 

Claro que el baile no se puede analizar a ciegas. Por eso había que sacarse de la manga un nuevo sistema de eliminación que hiciese atractivo el formato. Esta vez se le daba el poder al público de plató, que tenía en sus manos uno de esos manditos que recordaba mucho a la última edición de Tu cara me suena. Sólo si el concursante obtenía un apoyo favorable del 60% del público, el jurado tendría la opción de decidir el futuro del concursante. 

Un mecanismo que se asemeja mucho al de Rising Star, un formato internacional en manos de Antena 3 pero que nunca llegó a ejecutarse. En él, el público podía decidir el futuro de los participantes a través de una aplicación móvil. Top Dance recurre a este mecanismo que nunca llegó a utilizar la cadena para hacer más atractiva esta fase del programa. 

Un espectador medio no es capaz de aprenderse tantos nombres nuevos una temporada

Tal vez Got Talent España sea ahora el peor enemigo de Top Dance. Si los espectadores ya estaban saturados de talent shows, que dos espacios coincidan a la vez en el tiempo puede desequilibrar más de una cabeza. Un espectador medio no es capaz de aprenderse tantos nombres nuevos una temporada. Y si a eso le sumamos que los de GH VIP cada vez son más anónimos, la lista de nombres que aprenderse se hace demasiado extensa. 

Top Dance es un programa efectivo en cuanto a contenido. Tiene un plató visualmente potente y un jurado resultón que cae simpático al espectador. Manuel Fuentes vuelve a estar correcto en su actitud como maestro de ceremonias. Aunque el hecho de que el presentador se esté convirtiendo en el Jesús Vázquez de Antena 3, al frente de cualquier formato de entretenimiento, no le viene nada bien al programa. 

Es un popurrí de formatos que intenta buscar el éxito en la variedad

Pero no es nada efectivo en cuanto a forma. Es un popurrí de formatos que intenta buscar el éxito en la variedad y que en nada se asemeja a ese Fama callejero, urbano y joven de Cuatro. Antena 3 vuelve a caer en el error de intentar conseguir el reconocimiento de la competencia con formatos parecidos pero no iguales: El bus y Gran hermano, Estudio de actores y Operación triunfo o El castillo de las mentes prodigiosas y Hotel Glam

Que en Top Dance sólo se baile tiene su parte positiva: aquí nos evitaremos los innumerables fallos de sonido que tiene La Voz. Y su parte negativa: el baile nunca ha funcionado en la televisión española más allá de lo que vivió la propia Mónica Cruz en UPA Dance y del programa que nos ofreció millones de imágenes de Terelu Campos dando vueltas por un escenario, ¡Mira quién baila! Pero ya se sabe que al españolito le encanta ver hacer de todo a los famosos. Mientras, en el resto del mundo, el baile (bien hecho) arrasa en términos de audiencia.

Top Dance es de fácil conexión y de fácil desconexión. Una ventana a la que asomarse y probar. Pero no es un formato solvente al que la competencia le podría hacer mucho daño si se lo propone. Al menos, en este programa podremos conocer a los concursantes semana a semana, algo que ya no veíamos en los últimos formatos de  talent y que le puede hacer ganar puntos de fan carpetera para hacerse un hueco.